jueves, noviembre 27, 2008

Palabras clave y otras cosas raras

Ruth lleva un par de post haciendo algo que varios de vosotros ya habíais hecho antes, y es contarnos a través de qué búsquedas raras en Google y demás, a llegado la gente a vuestros blogs. Sé que no podíais vivir con la incertidumbre de no saber cuáles son las rarezas del desván, así que me sumo al carro. Allá van... (ojo, van tal cual se escribieron)

-borrachas inconscientes.
Esta persona llegó a un texto de Ortega y Gasset y debió gustarle el sitio porque las siguientes 17 veces afinó la búsqueda a "borrachas inconscientes" + el desván del lector. Amigo/a, bienvenido al blog.
-lector de sueños.
-cómo se hace una raíz cuadrada.
-"vacaciones en roma" more:megaupload.
-agendas de regalo telva 2009. Estamos siempre a la última.
-ceu elche pijo. Que va a juego con la de periodismo ceu lo mas pijo.
-chica del tiempo telemadrid.
-como un perro sabe cuando cruzar semaforos.
-el rey de la almeja. En serio, ¿el rey de la almeja?
-globo a gente ve por aqui. ¿Ein? ¿Está en clave?
-montar cachimbas. Yo estoy casi segura de que no sé.
-que es if. Anda If, contesta tú.
-suerte en el bingo elfo. Ésta es de mis favoritas. Yo quiero ir a ese bingo!!!
-tamaño cuello alonso.
-único globo en el mundo que se infla cuando se lo pincha. Pagaría por verlo...
-pesebre viviente pastora.

Y así hasta el infinito y más allá. La verdad es que la mayoría son rarísimas (también hay muy normales), pero ¿quién no ha buscado alguna cosa extraña en el google?

viernes, noviembre 21, 2008

Dentro de nada, haciendo las maletas otra vez

¿Adivinan quién se va de viaje en menos de un mes?
Pues sí. Ya se ha convertido en una especie de tradición ir a la capital en Navidad a pasear entre el gentío y a ver la Puerta del Sol.
En esta ocasión me acompañará mi primo, que nunca ha ido, y nos alojaremos en un sitio inmejorable: ¡en ca Ludovica!
Esa es la parte positiva de la semana. Bueno, esa, y que casi casi tengo listos todos los papeles de la beca: memoria, fotocopias, currículums, historiales y demás, que me han llevado casi tres semanas rellenar. Pero ya casi está. Sólo me falta pagar una cosa, hacer la respectiva fotocopia, corregir un dato que está mal y buscar una hoja que he perdido (si no la encuentro, se puede volver a imprimir, así que no es un problema), y luego cogerlo todo e ir a Correos a sellar y mandarlo. Vamos, que en una mañana me lo liquido todo. Yujuuu!!
Por lo demás, ha sido una semana estresante, agotadora y no demasiado productiva para todo lo que he hecho. Pero bueno, el lunes empezaremos otra vez.
Entre otras cosas, he abandonado a la niña a la que daba clases (avisando con tiempo, claro), y ya me han sustituido. Lo siento por ella, pero no me mangonean más porque no quiero. Esto supone un pequeño problema para correr con los gastos del viaje, pero ya me he puesto manos a la obra y casi lo tengo solucionado. Ya tengo apalabrado un riñón y un trozo de hígado en el mercado negro. Además, he ido por toda mi casa y todas mis huchas buscando todas esas monedas que no me coge el parkímetro y que guardo para pagar una posible multa (para que se hinchen a contar), y las he llevado al banco. Peeeero, ahí me encontré con un nuevo problema: o llevas las monedas en paquetitos de plástico, o no te las cogen. Por suerte, mi madre trajo, no sé a cuento de qué, unos paquetes el otro día y rellené algunos. Pero claro, cada paquete es de 50 monedas, y llegó un momento en el que no tenía bastantes monedas para rellenar más paquetes, y va el del banco y me dice que no me las coge porque él no se va a poner a contar monedas. Le sugerí amablemente que las pusiera en una bandeja marcada que tenía al lado, pero no quiso, así que me las traje de vuelta. El lunes probaré en otra sucursal, pero me parece fatal, la verdad.
¡Y todo esto sólo es la punta del iceberg! Así que corto por hoy, y que ustedes tengan un buen finde.

jueves, noviembre 13, 2008

¡¡Por fin es jueves!!

Me paso sólo un ratito a saludar, porque esta semana está siendo AGOTADORA, ¡¡y eso que sólo acabamos de empezar el jueves!!
Esta semana ha ocurrido de todo: he empezado a dar clases particulares (mi primera alumna!!), tengo listos todos los regalos para el cumple de Ludovica... y cien mil cosas más.
Por ejemplo, el martes por la noche asistí horrorizada a la muerte prematura de mi tesis. Todo lo que había planeado, estudiado y apuntado los últimos meses, de repente, mientras hacía tiempo a que empezara Caso abierto y pudiera tirarme por fin en el sofá, perdió todo el sentido. Allí se quedó, sobre la cama, apagada e inerte, y una horrible sensación se apoderó de mí. Por suerte, toda una noche de darle vueltas a la cabeza puede acabar dando sus frutos, así que a la mañana siguiente pareció volver a dar señales de vida, hasta que, finalmente, resucitó pasada la una del mediodía. ¡Qué susto me dio la tía!
Seguramente se habrán percatado ustedes de que ya empiezo a manifestar síntomas inequívocos de locura. No son más que un montón de ideas sueltas y folios garabateados, y ya es una más en la familia. Cualquier día de éstos me la veo aparecer por el Juanma. Tal vez algún día la lleve; pero todavía no, que es muy pequeña.
En fin, que, superado el susto, ahora toca ponerse a trabajar muy muy seriamente. La verdad es que esta parte es divertida; ahora tengo que ir uniendo todo lo que he ido apuntando los últimos 9 meses y formar... ¿cómo decirlo? Algo con sentido para otra gente que no sea yo.

miércoles, noviembre 05, 2008

D q color son las chapas del Yes we can?

Corría el mes de febrero cuando empezamos mi primo y yo a corear aquello del Yes, we can por todas partes, en cada conversación, en cada broma. Ese "can" que suena más con e que con a, y que a mi hermana tanto le trajo de cabeza ("mira que sois americanos, se dice C A N!!"). Luego vinieron los intentos de comprar chapas (y de hacer las nuestras propias [mensaje recibido el 25.feb. a las 22:02: D q color son las chapas del Yes we can?], los vídeos bajados del emule y grabados como teloneros de las películas pirateadas, la auténtica locura de noches en blanco escuchando debates en la BBC porque "con la voz doblada no siento lo que dice", y luego la búsqueda infructuosa del New York Times por toda Murcia (porque claro, por internet no nos vale), la espera de anoche (siguiendo la 1, la 3, la 4, la BBC, CNN, y hasta el canal Cubavisión internacional) y el madrugón de esta mañana...
¿Qué está pasando en el mundo para que dos mindundis ignorantes de la vida, de un recóndito lugar del planeta, sientan la necesidad de "vivir" unas elecciones norteamericanas? Una locura.
Por la mañana fue la última vez que expuse todas mis teorías (la espiral, el carro ganador...) para acabar sacando en claro que podía ganar cualquiera pero que deseaba con todas mis fuerzas que ganara Obama. Lydia, desde el otro lado de la barra de la cafetería, nos explicaba a Raquel y a mí a gritos su teoría más fuerte: el voto encubierto; muchos de los indecisos y de los que se declaraban pro-Obama podían tener tras ellos la sombra del racismo, que los haría cambiar de opinión en el último momento o haber mentido en los sondeos.
Pues no. Los indecisos no se han dejado llevar por el racismo. Y tal vez sea eso o que más me guste de todo: cada uno ha votado lo que sentía que tenía que votar, independientemente de la tradición de su estado, de su familia, de los prejuicios... todo.
Y también está la gratificante sensación de estar viviendo un momento histórico. Dentro de 100 años seré una viejecita sentada en una mecedora rodeada de críos, diciéndoles: esa madrugada estaba helada de frío y muerta de sueño, frente al televisor, viendo escribir una página de la Historia.

martes, noviembre 04, 2008

La ladrona de libros

La ladrona de libros, de Markus Zusak es uno de los grandes libros que leí este verano. La primera vez que lo vi fue de paseo por El corte inglés, y el título me gustó, pero no lo pude comprar porque era demasiado caro. Pero ya me quedé pensando: la ladrona de libros... hum... esto da pie para un post.
La siguiente vez que lo vi fue para el santo de mi padre, porque fue uno de sus regalos. Como el libro era suyo, respeté las reglas de la propiedad y dejé que él lo leyera antes. Pero mi padre tiene una norma: nunca lee libros si no está de vacaciones. Así que tuve que esperar hasta agosto, cuando ya había superado el trago de La vieja Sirena, y terminé el gran El cuento número trece (otro regalo de su santo).
De ninguna manera era lo que me esperaba y, conforme iba leyendo las primeras páginas (con la pesada sombra del rollazo El niño con el pijama de rayas sobre mis espaldas) me dije: genial, otro libro de nazis. Por suerte la Muerte, que es la narradora, cuenta una historia mucho mejor que la del niño idiota.
No voy a contar de qué va. Metis también se lo ha leído, así que preguntadle a ella. Hoy voy a hablar de María, la ladrona de libros. No me siento orgullosa, pero es así. Esta mañana me he entretenido un par de minutos en repasar las estanterías y buscar lo que no era legítimamente mío y, aunque al principio me he asustado, tengo que admitirlo y vivir con ello: yo soy la verdadera ladrona de libros, y éste es mi botín.


Lo que pasa es que robar es una palabra muy fea. Más bien los cojo y los guardo en otro sitio.
El primero que llegó a mis manos fue El hombrecito vestido de gris. Ni siquiera me gustaba demasiado. Lo saqué de la biblioteca del colegio hará unos mil años y nunca lo devolví. ¡Pero no fue a posta! Un día, lo descubrí pasmada entre mis cosas, y allí se quedó por miedo a la profe de la biblioteca, que luego fue mi profesora de lengua (una de las mejores, por cierto).
Los otros fueron llegando después. Por ejemplo, el granate, es un cuaderno de notas, pero es como un libro en blanco, algo que me fascinó desde que mi padre lo trajo a la casa. Pero mi madre se lo quedó. Peeeeero, con la mudanza regresó a mis manos, y es donde apunto citas curiosas de libros, pelis y series.
También está Hadas y elfos, que era un regalo de mi madrina a mi madre. Un día lo encontré, me gustó, y me lo quedé. Pero una vez que me puse mala, como la medicación, sea lo que sea, siempre me afecta mucho y me hace hacer y decir cosas raras, sin venir a cuento, se lo confesé. Pero debía de dar mucha pena, porque me lo regaló. También era suya la Agenda Telva de 1986, que me la apropié en la mudanza. Total, seguro que se iba a ir a la basura... Y también la utilizaba para escribir mis cosas; copiar poesías y cosas así.
La posada de Jamaica fue a parar a mis manos después de un año de insistencia, así que no fue literalmente un robo, sino más bien un lavado de cerebro :S
La vida es sueño, me la dejó mi madre para el cole, y me la quedé, sin premeditación ni nada, igual que hice con el Quijote, el Lazarillo y la Biblia, aunque luego se los tuve que dar a mi hermana. Pero éste me lo quedé.
Así habló Zaratustra, sospecho que también era de mi madre. Qué se le va a hacer, ¡yo no lo hago a propósito! Pero éste no he llegado a leérmelo. Iba a hacerlo en el verano del 2003, pero al final, entre pitos y flautas (el puñetero latín, nada menos)no me dio tiempo. Otra vez será.
Y por último, Brigadas especiales, y el de Roma, me los llevé de casa de mi abuela. El primero fue porque mi madre me obligó (yo no me resistí), y el segundo, fue cuando mi viaje de estudios. A mi abuela le gusta que vaya a su casa a por libros; me deja coger el que quiera y no le importa que no se los devuelva. El problema es que precisamente ese no era suyo, sino de mi madrina, que todavía piensa que lo devolví a la estantería después del viaje. Pero yo digo: lo que está en casa de la abuela es de la abuela.