lunes, junio 30, 2008

Cinco moscas azules

Ahora que parezco una persona normal y corriente (aunque con la cara verde) y salgo a la calle, y hablo por los codos y todo eso, me aburro menos, así que éste no va a ser un post de tedio y desesperación.
Hace unos días, me decía Metis que ya no hablo de libros. Pues es verdad, pero eso no quiere decir que no los lea. En realidad, mentalmente, es como si escribiera los posts, aunque luego no llego a escribirlos nunca. Peeero lo que sí estoy haciendo es algo que no solía hacer hasta ahora, y es que voy apuntando en el libro verde que me traje de Roma las cosas que me llaman la atención, frases, ideas... Así que tranquilos, que los post de los libros llegarán.
El último libro que he leído es Cinco moscas azules, de Carmen Posadas. Es un libro que compré el 29 de febrero, el primer día de "primavera" que tuvimos aquí. Hacía un calor... y yo llevaba el abrigo, y Ludovica me decía ¿es que no tienes calor?
Sí, ese día fue.
El argumento: un señor de raíces españolas que vive en Londres se ha quedado en la ruina y deprimido tras la muerte de su madre, así que coge a su perro y se va a un hotel de súper lujo en Marruecos para pasar unos días de vacaciones y suicidarse después. El día antes de salir, recibe la visita de una sobrina que está metida en la jet set madrileña y, mientras comen, le cuenta un chisme de crimen y cuernos que circula por las altas esferas. Cuando el señor llega al hotel, se encuentra con la protagonista del chisme, considerada por medio Madrid como la culpable de la muerte de su marido, y se interesa por ella porque le recuerda mucho a su madre y a una historia que ocurrió cuarenta años atrás. Al poco tiempo llegan a hotel más personajes de la jet set, con sus queridos y queridas. Uno de ellos planea escribir un artículo sobre la señora del chisme y, como al señor protagonista le cae bien y, total, el se va a suicidar, piensa que se lo puede quitar de en medio y decide matarlo... Y no digo más por si alguien lo quiere leer.
Es la primera novela que leo de esta autora y por ahora la impresión es buena. Aunque tengo que reconocer que la historia no es la que yo me imaginaba, pero eso es porque una vez soñé una historia sobre misterios y moscas (pero no eran moscas sino unos diamantes que se llamaban así por su talla), pero esa es otra historia y será contada en su momento.
Pero a lo que iba, que me ha gustado y que he cogido unos apuntes, así que os iré comentando algo más sobre el libro estos días.

viernes, junio 27, 2008

Sigo muy pero que muy aburrida

Como sigo aquí metida, sin poder salir a la calle, estoy dando vueltas por el ordenador. Pues resulta que me he acordado que María me mandó un meme el otro día y que todavía no lo había contestado!!
Pues el meme en cuestión dice: ¿Qué es lo más curioso que has visto por internet?
Y en cuanto lo vi me acordé de la última vez que estuve taaaaaan aburrida como ahora: la semana del 15-20 (más o menos) de diciembre, cuando ya no teníamos programa, pero aun así teníamos que seguir yendo al trabajo y sentarnos frente al ordenador. Jugábamos al Trivial, al 50x15, nos leíamos el futuro en una página del tarot y nos mandábamos al e mail una felicitación navideña muy graciosa en la que podías poner las fotos de tus amigos para que bailaran un villancico vestidos de enanos. Uno de esos días, Gloria y yo entramos en una página sobre la que había leído en no sé dónde, y encontramos esto: cómo hacer una nave Enterprise de un disco flexible de 3/4.
Dicen que hay que pasarlo a tres personas, pero no elijo a nadie. Los tres primeros que contesten tienen premio.

miércoles, junio 25, 2008

Fuera todo el juicio

Ahora sí que he perdido el poco juicio que me quedaba. Ayer por la tarde, por fin, me quitaron la puñetera muela que tantos quebraderos de cabeza me ha dado los últimos meses.
Finalmente tuve que cambiar de cirujano, pero por el momento estoy contenta. Me parezco a Popeye y me duele bastante, pero creo que no moriré de esto.
Lo peor es que no puedo salir con esta pinta a la calle, no puedo hablar, y he estado más de media hora para poder comerme una rodaja de pan bimbo y una loncha de queso. Pero en un par de semanas todo habrá pasado.

martes, junio 24, 2008

Escapar

Para Leo, que también se ha ganado el título de insistente :P

lunes, junio 23, 2008

Salta

Para If, que se ha librado de los exámenes.

domingo, junio 22, 2008

El blues de la generación perdida


Al final no voy a colgar los vídeos por orden de aparición, sino por insistencia. Así que ahí va El blues de la generación perdida para Amelche.

(Que conste que fue orden de Ludovica).

sábado, junio 21, 2008

Llegar y besar el santo

Eso fue lo que pasó ayer: llegamos y besamos el santo. No sé cómo de extendida estará esta expresión por el mundo bloguero, pero no la voy a explicar. Directamente cuento.
Ayer tenía clase hasta las 9 pero, lógicamente, sólo me quedé hasta las 7 y 20. Y es una pena, proque la clase me estaba gustando. Pero claro... hay veces que hay fuerzas mayores. Dejé a Raquel en su casa, encontré aparcamiento a tres metros de mi puerta, me duché corriendo, me vestí... y empecé a oir a Amaral por la ventana, que estaba ensayando. Enseguida, llegó Ludovica, puntual como siempre. Eché a correr y antes de entrar en el ascensor me di cuenta de que me dejaba la entrada. Poco después, salíamos hacia la Plaza de toros.
Habíamos quedado con Raquel y su madre a las 9. En teoría, me daba un toque y nosotras las buscábamos. En teoría. La realidad es que llegamos, había varias colas frente a las puertas, vimos a una amiga, a un noviete del insti con su novia de ahora(por cierto, ha engordado bastante), también a una vecina, fuimos a comprar agua... de paseo, vamos. Y allí nadie nos daba toques. A la vuelta del agua tuvimos la divina inspiración de ponernos frente a una puerta, sin hacer cola ni nada, a ver qué pasaba. Dos minutos después abren la puerta. Pasamos, como quien no quiere la cosa y, una vez dentro, sólo le digo a Ludovica: CORRE.
Corremos y, milagros de la vida, llegamos al pie del escenario. ¡Era imposible estar más cerca! No sólo eso, pillamos un sitio justo en la esquina entre el escenario y la pasarela. Por mucho que corriera Amaral, no podía alejarse más de 6 ó 7 metros. Además, la valla tenía el soporte por dentro, con lo que, encima, ni siquiera tocábamos la tierra de la plaza, así que no nos manchamos ni nada cuando la de detrás tiró la botella de agua esa que te tiran en los pies en todos los conciertos de tu vida.
Más de dos horas de concierto y 25 canciones me sirvieron para ver que:
-Cuando la gente dice que se ve mejor desde atrás, miente.
-Aguirre hace unos gestos rarísimos cuando toca, pero es muy gracioso.
-Amaral, pensando que llevas horas y horas de pie, te dedica canciones: "Esta canción se la dedico a los de la primera fila, que llevan muchas horas de pie".
-Los seguratas, pensando que llevas horas y horas de pie, te dan agua a mitad del concierto.
-Sales en unas pantallas gigantes nada más empezar la primera canción, tus amigas te reconocen y te llaman muertas de envidia.
-Si Amaral te da una botella de agua de las suyas, viene un señor y se lleva el tapón.
-Amaral y yo bailamos igual de bien.
-Cuidado, la valla hace daño cuando saltas como una loca y al día siguiente tienes morados por todo el brazo.
-Ludovica está en su mundo: "Ah! pero se ha cambiado de ropa!!" (a los 10 minutos de que saliera con un vestido rojo después de llevar uno negro durante hora y media).
-Tanto con vestido rojo como con vestido negro, las bragas de Amaral (qué vulgar suena esto!) eran negras. Es que estábamos muy muy cerca.
-Tan cerca tan cerca, que también había cerca un altavoz, así que creo que he perdido el oído izquierdo.

-Si después del concierto te vas por ahí, luego llevas a Ludovica a su casa, y luego te pones a ver las fotos, y a las 9 de la mañana tienes clase, o sea, que te acuestas y cuatro horas después estás sentada frente al profesor, amaneces con pinta de Amy Winehouse en Portugal.
-Definitivamente, hay que ir a ver a Amaral.

Pdt.: Si alguien se pregunta dónde andaba Raquel, me llamó a las 21:30 desde el otro lado del escenario, y varias filas más atrás, para ver dónde estábamos. Luego desapareció, y pensábamos que venía hacia nosotras, pero nunca llegó. Una hora y pico después me llamó cuando lo de la pantalla pero no lo oí, al final del concierto yo la llamé para irnos por ahí pero ya se había ido a dormir.
Ppdt.: Iba a colgar unos vídeos: tengo uno para Amelche, para If, para Leo, para Ludovica, no sé qué canción le gusta a Metis, y el mío propio, pero tarda mucho, y como no puedo colgar todos, no pongo ninguno, hala. Otro día será.

Pppdt.: Ahora mismo ensaya Miguel Bosé, así que aunque no pueda ir...

viernes, junio 20, 2008

¡Nervios, nervios!

"Esta noche sonarán los tambores de fiesta, el latido enloquecido del alma de la ciudad".
(Subamos al cielo)

lunes, junio 16, 2008

Y el año que viene será igual

Ayer volví a encontrarme de nuevo con el agua helada de mediados de junio. Mi intención era desaparecer un rato, como el año pasado, y el anterior, y el anterior... y seguramente haré lo mismo el año que viene.
¡No hay nada tan refrescante (ni congelante) como el primer baño del verano!

viernes, junio 13, 2008

Comienza la cuenta atrás

¡¡ Una semana justita!!

miércoles, junio 11, 2008

Horror en el hipermercado

Bueeeeenooo, no era horror, sino locura. Y tampoco era técnicamente un hipermercado, sino el Mercadona. Pero estaba chulo ese título.

Ayer por la tarde bajé con mi madre a comprar, como la mitad de las tardes de mi vida, y nos dimos cuenta de que algo gordo estaba sucediendo. Aunque sepas que no pasa nada, la verdad es que asusta un poquico ver a gente cargada hasta las orejas de botellas de agua y otras cosas, estantes vacíos, el enfriador de la carne y el del pescado cerrados, nada de arroz, ni huevos...

Lo primero que me extrañó fue que en uno de los estantes, había un hueco gigante donde normalmente está el panbimbo. Un poco más allá, otro hueco en donde había napolitanas y otros bollos industriales. ¿La gente está loca? ¿Piensan comer a base de desayunos????
Luego escaseaba la leche, los zumos, el paté de atún en escabeche (no los demás), huevos, patatas, arroz, carne, fiambre...
Vamos, que nosotras, que habíamos bajado a comprar sólo lo de comer para hoy, nos vimos que no había nada de nada.

Dejando todo esto a un lado, la verdad es que era bastante cómico ver a alguna gente como la señora de antes, cargada hasta los topes de bezoyas. Como en mi barrio somos así de chotas, basta que pase alguien así para que los dos o tres que se quedan atrás se junten como si fueran amigos de toda la vida y empiecen a reírse y a cachondearse de la situación. Mi madre y yo estábamos en uno de esos grupos. Cuando se disolvió, se formó otro, en el que yo señalé: Sí sí, la señora llevaba el carrito cargado de agua, pero es que el que se acaba de ir, lo llevaba cargado de cerveza!!
Y así hasta que salimos con la compra.
En la cola, más de lo mismo. Desde donde yo estaba se oía: "Hija, yo es que me he asustao un montón!!, he visto estanterías vacías, y lo he comprado todo por si las moscas".
Y claro, los de detrás: Juajuajuajuajuajua!!!!

viernes, junio 06, 2008

Ni última ni narices

Ya me estoy enfadando bastante:
Abril: Comienza el dolor de muela.
2 de abril: Éste día me dolía un montón. Recuerdo que tuvimos reunión del club de lectura y casi no podía ni hablar. Por la tarde, me armé de valor y pedí cita para el dentista, y me la dieron, nada menos, que para el 15 de mayo. El día 3 voy a la consulta a que me den el papelito de la autorización que me tienen que firmar en el seguro.
12 de mayo: Recorro Murcia de punta a punta y voy al seguro.
15 de mayo: Voy a la universidad por la mañana a por libros. Como el resto de esa semana no voy a poder ir, necesito llevármelos para no atrasarme en el trabajo del día 5 de junio. En la biblio, a pesar de que en ese momento les devuelvo dos libros que, obviamente, antes me había llevado, me dicen que no me los puedo llevar porque no estoy matriculada. Le explico amablemente que voy todos los días pero el señor no razona y tengo que ir a buscar a un profe que hace unas llamadas y, finalmente, saca los libros con su tarjeta y me los da. También es el día que fui a comprar danones, gelatinas, zumos y todas esas cosas de "me sacan una muela". Cuando llamo para confirmar la hora, me dice la tía que no es ese día, sino el jueves siguiente. Y le dije: MIra, la mayor certeza que tengo en mi vida, es que tú me dijiste que era hoy. (Si la Historia hubiera seguido su rumbo, ese mismo día habríamos representado la obra de teatro, y recuerdo perfectamente que pensé eso cuando lo apunté en la agenda). Total, queda como que ella se había equivocado, pero yo le digo que no voy el jueves siguiente(22), porque mis amigas se graduaban el 23 y yo tenía una cena muy importante, así que me dice que llame el lunes después de ese jueves (26), para darme cita ese mismo jueves(29).
26 de mayo: No sé si es que las once de la mañana ya es tarde para llamar, porque en vez de ese jueves me la dio para el siguiente, o sea, ayer. Otra vez a hacer cola en el seguro.
5 de junio: Mi padre trabajaba, así que en vez de él me acompaña mi tía, que ha tenido que venir en moto con mi prima hasta el Barrio, justo después de comer.
Recordad que había que entregar y presentar un trabajo del 5-8 de junio. Claro, como yo no iba a ir, me quedé hasta la una de la madrugada del 4 terminándolo, y empecé a las 7 del 5 a hacer retoques. Luego fui a la universidad a dejárselo a Raquel para que se lo diera a la profesora, pero fue imposible encontrarla. Porque claro, tú mandas mensajes y llamas a Raquel, pero no creas que te va a dar un toque cuando te pueda coger el teléfono. Entonces encontré a otro compañero, pero estaba en Murcia, así que, cogí otra vez el coche, vine, busqué aparcamiento y fui a darle el trabajo. Antes de eso había tenido que ir a hablar con el profesor que me prestó los libros porque también me iba a perder una reunión súper importante que íbamos a tener por la tarde referente al doctorado. Después, en mi casa, mandarle un mail a la profe del trabajo para explicarle que se lo iba a dar un compañero.
5 de junio, hora H: La tía del dentista:"Muy bien Verónica, esta tarde te vas de aquí sin muela". Coño, que no me llamo Verónica, ¿cuántas veces se lo habré dicho en la vida?
Al rato, entro en la consulta al borde del patatús. Me pone el babero gigante, me sientan en la silla y...
Dentista: "¿Pero cuándo vino esta chica por última vez?"
Yo: Hace dos o tres años.
Dentista: ¡Hace 4 años!
Yo: ...
Dentista: ¡No te puedo sacar la muela sin una radiografía nueva! ¡No sé qué relación tienen tus raíces con el nervio!
Yo: (MIra, te lo digo yo: mala).
Lo que el dentista ni vosotros sabéis es que cuando el 2 de abril llamé a esa mujer tonta del culo, lo primero que le dije fue que hacía 4 años que no iba, que si necesitaba otra ortopantografía, y que ella me contestó alegremente que no.

jueves, junio 05, 2008

La última

Hoy es ese fatídico día que he ido retrasando hasta el ridículo. Hace cuatro años le prometí al dentista que volvería, y hace más de un mes tuve que llamarle, suplicando de rodillas que me diera cita y me arrancara lo que fuera.
Pero, qué casualidad, el dolor se fue, una vez más, al día siguiente de haber concertado cita. ¡Deberían anunciarse así! : Somos tan buenos que no hace falta ni que vengas.
Después de aquello apenas me ha dolido. Sin embargo, una sensación de nervios se ha ido apoderando de mí. ¡Qué ansiedad más grande! Es como si saliera de mi cuerpo más aire del que ha entrado.
Además, está lo de la comida (mi último albaricoque!!), los gestos que hago normalmente (mi último bostezo!!), dormir (esta noche no podré acostarme de este lado!!)...
Encima, tengo que ir allí a sabiendas de que esta noche no voy a poder pegar ojo del dolor, se me caerá la baba todo el rato, y cuando vuelva a mi casa me tendrán que pinchar Urbason en el culo (y mi padre me dirá: "vamos, que no duele", y a mí se me pondrá la voz de la niña del exhorcista y le diré: "y una mieeeerdaaaa!!!!" ). Y el pinchazo de la anestesia, la sierra, las salpicaduras, la vibración en la cabeza que hace que parezca que vas a perder el conocimiento, los puntos...
Ains!
Pero por fin es mi última muela del juicio (ahora perderé el poco que me quedaba), y dentro de dos meses no me acordaré de nada, y no tendré que volver nunca más.