domingo, octubre 24, 2010

La primera semana

Todavía no hace ni una semana de mi cumpleaños y ya parece que hubiera pasado una eternidad. Ha sido entrar en los 25 y empezar a ver puertas abiertas por todas partes. ¡Bien!
Estoy tratando de entrar en la UMU (si supero el "sencillo" paso de conseguir mi certificado académico en la UCAM), he empezado un proyecto de investigación con una amiga, estoy avanzando bastante en la documentación para la que espero sea mi primera novela, y me he apuntado al Inacua, donde puedo ir al gimnasio, sauna, jacuzzi (¡bendito jacuzzi!) y piscina cuando yo quiera. Y por si fuera poco, parece que mi negocio al fin se pone en marcha. Sí, presiento que éste será un buen año.
Además, hoy he empezado a cambiar la ropa del armario (lo que quiere decir que irremediablemente volverá el calor), y he aprovechado el caos de la habitación para hacer hueco a los libros nuevos y tirar algunas cosas viejas y papelotes que se han ido acumulando. ¡Y todavía me han sobrado tres horas y media para ver Lo que el viento se llevó! Qué gran película.
Y mañana... realmente, mañana será otro día.

viernes, octubre 15, 2010

¡Un estrés fiestero!

Desde finales de septiembre hasta primeros de diciembre (cuando se enlaza directamente con la Navidad), y especialmente durante octubre, mi vida es cada año una vorágine de cenas, comidas y tartas de cumpleaños. Entre ellas, mi cumpleaños, que es lo más estresante del mundo.
Esta noche, por ejemplo, tengo una cena, mañana libre, y pasado una comida y una cena, uf!
Por otra parte, las cosas por aquí van bien: parece ser que tengo el cumple más o menos organizado, voy controlándome con las tartas y las chuches festivas, y he hecho algunos progresos personales, como por ejemplo, sobrevivir la otra noche a una encerrona en la que me metí yo sola, (¡victoria!).
También he tenido una entrevista de trabajo de aproximadamente 2 minutos (pero con resultado positivo), y estoy andando muchísimo. Además he progresado bastante en mi libro, estoy haciendo el papeleo para retomar el doctorado, y aprendiendo a tocar el Nocturno No. 9 de Chopin en el piano(¡!).
... Y no sé qué hay en el aire estos días, que no paro de escuchar viejas canciones de las Ronettes.