Pasados unos días desde mi última determinación, explico un poco de qué iba la cosa, porque hay quien se ha liado un poco (jeje).
Hace un par de semanas que (por fin) empecé los cursos de doctorado, algo que algunos ya sabíais. Lo que a lo mejor no era tan conocido era mi pavor hacia este proyecto. Un pavor que se enfrentaba directamente con mis ganas de que salga bien y de conseguir mi propósito final.
Así, superada la primera semana como jubileta (una gran prueba psicológica), y ahora también el primer mes como estudiante recuperada del mundo laboral, puedo decir que mi plan de rehabilitación marcha según lo previsto. ¡Ya está bien de tanta tontería y tanta gaita!
Por lo pronto, he vuelto a familiarizarme con ese lugar llamado biblioteca, y ha sido fascinante su redescubrimiento no habiendo exámenes de por medio. Así que martes, miércoles y jueves pasé todas las mañanas entre libros de teoría, lo que sumado a las 15 horas de clase entre jueves, viernes, y hoy sábado, creo que ya estoy preparada para comenzar la jornada intensiva el lunes.
La prueba de fuego fue ayer, que salí de carnaval con unas amigas, y en vez de seguir con la fiesta, me fui a mi casa para repasar un poco antes de acostarme. Eran casi las dos, me tenía que levantar a las ocho, y me hubiera encantado irme a bailar con las demás, pero en ese momento, con el libro en la mano, me sentí un poco orgullosa de mí misma (aunque pueda estar un poco mal decirlo).
Sigo sin tener objeto de estudio, pero en los últimos días mi capacidad para generarlos ha aumentado bastante, así que yo creo que la semana que viene, cuando haya leído más, caerá uno más o menos aceptable. Para eso me está ayudando bastante dar un repaso a todas las tesis que se han hecho sobre comunicación (sólo españolas), y ver sobre qué la hicieron los que ahora van a ser mis autores de referencia. De entrada, he podido ver con cierto alivio que la tesis no tiene por qué suponer un encasillamiento perpetuo en un determinado tema.
Y por último, por fin he encontrado el artículo que había leído de Marta Rizo (ver el post del congreso), y no es el que yo pensaba en un principio. Me ha vuelto a sorprender mi memoria, porque podía ver el nombre de la autora escrito en el folio; es más, podía incluso reconocer el tipo de letra y hasta el tamaño... pero no podía leer el título!! Pues bien, hoy en clase, de pronto, me he acordado (a buenas horas!).
Pdt.: Esto último no tiene mucha importancia, pero es que, ¡hay que ver lo que es la mente!
Hace un par de semanas que (por fin) empecé los cursos de doctorado, algo que algunos ya sabíais. Lo que a lo mejor no era tan conocido era mi pavor hacia este proyecto. Un pavor que se enfrentaba directamente con mis ganas de que salga bien y de conseguir mi propósito final.
Así, superada la primera semana como jubileta (una gran prueba psicológica), y ahora también el primer mes como estudiante recuperada del mundo laboral, puedo decir que mi plan de rehabilitación marcha según lo previsto. ¡Ya está bien de tanta tontería y tanta gaita!
Por lo pronto, he vuelto a familiarizarme con ese lugar llamado biblioteca, y ha sido fascinante su redescubrimiento no habiendo exámenes de por medio. Así que martes, miércoles y jueves pasé todas las mañanas entre libros de teoría, lo que sumado a las 15 horas de clase entre jueves, viernes, y hoy sábado, creo que ya estoy preparada para comenzar la jornada intensiva el lunes.
La prueba de fuego fue ayer, que salí de carnaval con unas amigas, y en vez de seguir con la fiesta, me fui a mi casa para repasar un poco antes de acostarme. Eran casi las dos, me tenía que levantar a las ocho, y me hubiera encantado irme a bailar con las demás, pero en ese momento, con el libro en la mano, me sentí un poco orgullosa de mí misma (aunque pueda estar un poco mal decirlo).
Sigo sin tener objeto de estudio, pero en los últimos días mi capacidad para generarlos ha aumentado bastante, así que yo creo que la semana que viene, cuando haya leído más, caerá uno más o menos aceptable. Para eso me está ayudando bastante dar un repaso a todas las tesis que se han hecho sobre comunicación (sólo españolas), y ver sobre qué la hicieron los que ahora van a ser mis autores de referencia. De entrada, he podido ver con cierto alivio que la tesis no tiene por qué suponer un encasillamiento perpetuo en un determinado tema.
Y por último, por fin he encontrado el artículo que había leído de Marta Rizo (ver el post del congreso), y no es el que yo pensaba en un principio. Me ha vuelto a sorprender mi memoria, porque podía ver el nombre de la autora escrito en el folio; es más, podía incluso reconocer el tipo de letra y hasta el tamaño... pero no podía leer el título!! Pues bien, hoy en clase, de pronto, me he acordado (a buenas horas!).
Pdt.: Esto último no tiene mucha importancia, pero es que, ¡hay que ver lo que es la mente!
7 comentarios:
Pues suerte con tu nuevo proyecto. A estudiar, ahora que puedes.
ole tus h..¡¡¡
soy incapaz de estudiar como tú, me da tanta pereza, y es tan coñazo¡ y eso que solo es subalterno.. pero he empezado con la administracion estatal y no veas que lio de scretarias, subsecretarias, secretarias generales, direcciones general, subsecretarias generales tecnicas....
ahora entiendo porque lo deje ahi hace 3 años...
tu sigue.
besos
Mira un libro muy interesante que seguro ya conoces es COMO SE HACE UNA TESIS de Humberto Eco. “Técnicas y procedimientos de investigación, estudio y escritura”. Yo no hice, pero no descarto que algún día me de por ahí. Ya sabe que hay una teoría que no falla, o se copia una buena o se hace bien. Si no, no vale la pena. Hay un truco muy bueno y es poner un título bien largo, que englobe varias cosas a la vez, porque se puede dar que a la vez que se investiga a uno le vayan interesando mas otras cosas y así se puede decantar por ellas. Luego hay otra cosa, el planeamiento inicial no tiene porque ser cierto, es decir uno lanza una hipótesis y luego ve si se cumple o no.
Animo!
Para las tres; estudiar no quiere decir pasarse el día haciendo codos, estudiar es buscar información con un fin, por ejemplo yo estudio mas ahora, desde que tengo el blog y la obligación de constatar lo que afirmo, que cuando leía mucho sin ton ni son.
X, lo del título larguísimo ya lo intenté a finales de noviembre, pero era un sinsentido, así que prefiero uno más concreto. Si con la cabeza como la tengo encima me busco algo taaaan grande, me puedo morir en el intento.
En cuanto al libro, ya me lo recomendó una vez hace tiempo y entonces no lo busqué; ahora que me van a dar el carné nuevo de la biblio regional lo buscaré seriemente.
Amelche, muchísimas gracias. La semana pasada empecé con buen pie. Y esta yo creo que va a ser una continuación.
Metis, jajaja. Es diferente estudiar por obligación que hacerlo por gusto. La pereza siempre me ronda, aunque sea de lejos, pero como es algo que quiero hacer yo para mí sin que nadie me lo haya pedido o me lo exija... pues al final desaparece. Un abrazo.
te he dejado un trabajito.
hola maria.
espero que te gustara santiaguiño, que comieras mucho pulpo a la galleguiña (y que tuvieras cuidado con los pulpos, que por ahí hay moitos!)y mucho marisquico! y pan y queso y empanada y pimientos de padrón ( que unos pican e outros non)y todo lo que se come pro esas tierras y hayas visto muchas vacas!!!!!!!!!!!!!!!!!.
biquiños rapaciña!
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