domingo, julio 22, 2007

Groupie de Miguel Bosé

Me cogí el autobús a las 19:15, dejando en la parada a mis padres y a mi perro. Con un nudo en la garganta me volvía a Murcia porque mi madre se quedaba allí esta semana y me mandaban en el autobús. Entre volverme sábado o volver domingo elegí sábado, porque Miguel Bosé daba un concierto en Lorquí, y mis tíos habían prometido llevarme.
4'10 cuesta ya el viajecito. Un viaje muy incómodo y desesperante, principalmente porque las piernas apenas me caben en el poco espacio que hay entre los asientos. A pesar de mis rezos y súplicas, una señora enorme prefirió sentarse a mi lado en vez de en cualquiera de los 15 asientos que quedaban libres, así que me metí como pude y me puse la mochila encima para no volcar el taper de comida (por cierto, ¡qué buenos son los tapers del chino!!).
Dimos mil vueltas por todos los pueblos del mundo y al llegar al Puerto de la Cadena estuvimos 10 minutos parados. La señora se agobió y empezó a echarse agua por encima mientras yo pensaba "por dios, como me salpique el agua que se ha tirado por la cabeza, me muero!!".
Luego hicimos ruta turística alrededor de la Arrixaca. Ahí es donde me tenía que haber bajado: en la parada del manicomio o en la parada del 26, me que deja en la puerta de mi casa. Pero no, pensé inocentemente que tardaría menos llegando a la estación y cogiendo el autobús allí.
Después de 10 minutos en la parada, una señora preguntó que por qué no nos íbamos. El autobusero entonces arrancó y cruzó la carretera y aparcó en otro sitio, de forma que ya no podíamos bajarnos. Allí estuvimos 20 minutos más. ¿Por qué? Porque no había llegado el relevo.
Mi señora arrancó como pudo el reposabrazos y salió hacia el conductor dispuesta a comérselo.
Le dijo lo que todos pensábamos: que no había puesto el aire, que los cochinos viajaban mejor, que era muy pequeño todo y que tenía poca vergüenza por no haber dicho que nos bajásemos en la parada del 26.
Finalmente, a las 21:40 pisé suelo firme después de dos horas y media para un trayecto de 40 minutos. Empapada de sudor(31º), recorrí la distancia hasta mi casa: prefería correr delante de los atracadores antes que coger otro autobús.
Dos horas más tarde, con 26º y una corriente tremenda (pedazo de invento el techo abierto de los coches), me dirijía dentro de un coche lleno de niños y con La Oreja de Van Gogh a todo volumen a ver a Miguel Bosé.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero no nos comentas cómo estuvo el concierto? xD bueno, lo de tener el árbol delante supongo que habrá influído en que no quieras recordarlo jajaja

Ludovica dijo...

"Ahí es donde me tenía que haber bajado: en la parada del manicomio"

Tia, las citas tb las dan por teléfonos, si quieres en mi próxima sesión les comento algo!!.jaajajaj

xnem dijo...

Creo que me equivoqué de post y te comenté abajo. Aquí no se cuantos grados hay pero no pasa una gota de aire y además con esta "humedá".

xnem dijo...

Por cierto hace 4 días que no paro de escuchar la palabra "Van Gogh" por todas partes, y la cosa tiene su guasa como se verá.

María dijo...

María, el concierto bien, ya sabes; a pesar de haber tenido el puñetero árbol delante, mañana volvería a ir otra vez.

Ludovica, que no te extrañe que algún día me baje en esa parada.

X, sí, te has equivocado pero ya te he leído.Aquí había hace una hora 37º. Contarás lo de Van Gogh?

MeTis dijo...

no me dijas que has ido un concierto de miguel bose porque entonces dejo de leer... pero de envidia.
Aqui dio un concierto esta semana, y yo, que soy idolo desde que tengo uso de razon, que lo defendia a capa y espada cuando mis hermanos se empeñanan en hacerme creer que era gay y se reian de mi por tener posters suyos por la habitacion, pues no he ido¡¡¡¡¡ todavia me doy cabezados contra la pared.. pero es que a veces es un abuso pagar 60 euros para ir a un concierto¡ y ademas con lo cansada que voy al final me desanime.. ahora me arrepiento... asi que no me cuentes nada¡¡¡ que me da la llorera...

besitos

María dijo...

Metis, no he ido a uno, sino a dos... y los dos gratis!!!

amelche dijo...

Eso estaba pensando yo: que hace unos meses ya fuiste a otro concierto de Bosé. Se nota que eres super fan.

En cuanto a los autobuses... En fin, cuando se ponen a dar vueltas por los pueblos del mundo y a esperar aquí y allá, te dan ganas de secuestrar el bus a punta de bolígrafo y llevártelo a tu casa.

María dijo...

Amelche, no es que sea súper fan, es que me apunto a un bombardeo.
En cuanto a lo de secuestrar el autobús, no te creas que no se me pasó por la cabeza. De pronto me vi como Sandra Bullock en Speed 1 conduciendo como una loca por El Palmar, jejeje.

Anónimo dijo...

La última vez que viajé en autobús fue, efectivamente, la última. Un trayecto de 12 horas, atravesando toda España, desde Torrevieja hasta Bilbao... En Alicante se subió mi imprevista compañera de viaje: una mujer madura, con un churretoso matojo de pelos amarillo fanta limón y un aroma a tetrabrick de Don Simón... a tetrabrick VACÍO concretamente... Se sentó a mi lado y pude comprobar con gran horror que pertenecía a esa clase de personas que se hacen las graciosas a base de chistes y ocurrencias expresadas en voz alta... Lo peor no era todo eso... Lo peor fue que la infame viajaba con un walkman. Puso una cinta de Camela a todo trapo... ¡y aún así se quedó dormida! ¡Pero sin apagarlo! Y encima este walkman no se paraba al terminar la cinta, qué va... cambiaba a la otra automáticamente... Así que fui escuchando prácticamente todo el viaje -!!12 horas!!- el mismo casette de Camela. Inolvidable