El despertador sonó sobre las 6, o quizá era antes. Varias veces más, me negué a salir de la cama a aquellas horas, así que los otros tres cogieron lo que quedaba de la caja de donuts que habíamos cenado por la noche (único sustento que se llevaban para todo el día; ni agua ni nada de nada), sus pelucas, sus boas y una manta, y se fueron. Aquí termina mi historia con ellos hasta muchas horas más tarde.
Ya que estaba despierta (en la calle Fuencarral todavía había mucho jaleo a esas horas), hice una lista de todos los sitios a los que tenía que ir esa mañana, y me volví a dormir hasta las 8:30.
No sé si fue por el despertador, o por el silencio sepulcral que había de pronto en la calle, pero me vestí y me lancé al exterior.
Un domingo a las 9 de la mañana no hay NADIE en Madrid. Pues mejor para mí. En lugar de tropezar con la gente o hacer cola para pasar entre una pared y un quiosco, tenía que andar dando vueltas sobre mí misma para asegurarme de que nadie se me acercaba, pero eso era lo de menos. Lo mejor era que tenía Madrid para mí solita.
La calle Fuencarral sí que daba un poco de miedo; al salir sólo me tropecé con tres prostitutas y dos barrenderos. Nadie más.
Así que eché a andar sin rumbo ni destino. Al llegar a uno de los extremos de la Gran Vía pasó algo. Iba yo sola, como en una peli de miedo, y de pronto me encontré rodeada de policías y ambulancias del SAMUR. Había por lo menos 20 agentes y varios coches que bloqueaban todo un carril. Y allí, en medio, yo.
Tenía la horrible sensación de no tener que estar allí en ese momento, pero no parecía que ninguno de ellos me hubiera visto. Me paré en seco intentando ser invisible y rezando para no estar en el centro de algo grave.
Entonces fue cuando vi el coche destrozado y el cristal roto. Más tarde, mi hermana me habló sobre un alunizaje que salió en las noticias, así que sería eso.
Tenía pensamientos de ir a San Ginés a desayunar pero como no me pillaba de camino, seguí andando. Así, llegué hasta el Café de Gijón, donde sólo había un señor, que me tomó por madrileña, y charlamos sobre los turistas. Aqúel lugar es fascinante. Sus paredes han sido testigos de la historia, de la literatura, del arte...
Continuará...
7 comentarios:
Madrid es una ciudad que no deja impasible a nadie...tanta energía circulando, o te estimula o te da el bajón, pero nunca te deja tal y como entraste...
Qué bien nos lo pasamos! uff ojalá venga otro grupo del estilo y nos peguemos otro viajecito igual!
el acento murcianico y el de Madrí como que dos patadas.
¿Alunizaje con heridos?
Ja! El video;
Cómo son estos madrileños ¡ponen los carteles al revés!. Cerca está el Circulo de Bellas Artes, ese es también un buen sitio para un café.
vale, entonces no te quedaste a dormir al aire libre no? menos mal.
sí, se ve desertico madrid, que raro¡¡
ahora nos dejas en ascuas...
besos
Sí, Xnem, pero me da la sensación de que ellos no saben distinguir, porque a mí también me tomaron por madrileña una vez que estuve allí y, encima, cuando les dije que era de Elche (Alicante), me dijeron: "¿En Alicante tenéis ese acento?" Lo cual no supe si tomarme como un halago o un insulto, pero opté por lo primero y siguió la conversación su curso normal. Si se ve claramente que no soy de Madriz... Pronuncio la D final. Y ellos tienen una entonación que no es la mía, de tanto oírlos en la of. de turismo te puedo decir con una frase si son de Madrid o no. Y no sólo por el acento, sino por el contenido: si vienen asqueados de la vida quejándose por todo, son de Madrid fijo.
[Ahora se me echarán encima los madrileños, pero, como diría Jane Austen (va por ti, María) es una verdad universalmente comprobada que si alguien entra a una of. de turismo y en los dos primeros minutos ya se ha quejado del tres o cuatro cosas como mínimo, estando de vacaciones alegremente en la playa, en vez de trabajando sin aire acondicionado como los currantes de la tourist info, cuando le preguntas: "Dígame, para las estadísticas, ¿de dónde es usted?" contesta que de Madrid, lo que provoca un cruce de miradas entre compañeras que significan un: "¡Cómo no! ¡No podía ser de otro sitio!" Y, si para colmo preguntan que dónde está la Dama de Elche, ignorando que está en Madrid, en un 95% son de Madrid. Cinco veranos en la of.de turismo me avalan para afirmarlo tan categóricamente.]
Jajaja! Cuantísima razón tienes, amelche! Yo no he trabajado en turismo, pero conozco muchísimo a los madrileños turistas.
Mi tío trabaja en un banco en un pueblo del Mar Menor, y todos tiemblan cuando llega el verano por las quejas de esta pobre gente... Y cuando estaba en la radio, también disfrutamos de las sugerencias de varios :P
Metis, no, no dormí al aire libre. En cambio, creo que estuve en más peligro de paseo a esas horas de la madrugada...
X, hacía fresquito, no había nadie y no sabía dónde iba a acabar, además de que tenía un hambre que me moría... y una luz cálida me llamó... y entré.
María, Kylie Minogue en junio, te apuntas?
LIloo, Madrid tienen un algo que no se puede explicar. Cada vez que voy me gusta menos, pero a la vez estoy deseando volver para descubrir más cosas.
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