Poco antes de las dos de la madrugada, me encontraba yo en el jardín de una universidad enorme y muy bonita, que seguramente no existe, pero en la que ya he estado dos veces.
En medio de todo el jaleo, unas voces se oyeron por encima de las demás.
Eran mis vecinos que, por el patio de luces, avisaban de que había fuego en el edificio.
Justo antes de acostarme, no sé por qué, me vinieron a la cabeza los incendios y volví a repasar la habitación con la mirada, pensando en lo que me llevaría en caso de emergencia. Lo que no sabe mucha gente es que soy un poco paranoica, y siempre calculo planes de evacuación, por si acaso. Sí, sí, las salidas de emergencia, los extintores, las escaleras, las ventanas bajas... todo eso en el cine, en clase, en el mercadona... Y claro, en mi casa. En este caso, lo que calculo es lo que hay que coger. Esto, esto y esto otro, y las fotos, que están en el armario del comedor. Con el tiempo, el esto y el esto otro han ido variando un poco, y supongo que las fotos tampoco son indispensables si me llevo el portátil, porque he guardado allí las más importantes.
Pero lo cierto es que no hay tiempo para nada. Cuando me levanté, lo primero fue avisar a mi madre, que no había oído nada porque su ventana da al otro lado de la calle. Luego, asegurarme de que el fuego no era en mi escalera. Una vez comprobado que esa noche no se me iba a quemar la casa, vestirme, por si las moscas, pero ya mucho más tranquila.
Después del "gran jaleo", los bomberos empezaron a devolver a los vecinos de la otra escalera a sus casas, pero claro, como todos los padres del mundo tienen la costumbre de poner a sus niños en las habitaciones del patio de luces, un par de ellos fueron a parar a urgencias por intoxicación (están bien). Ya eran las tres y pico cuando volví a mi habitación, ya con la ventana abierta otra vez de par en par, con los ojos irritados, mucha hambre, y con los bomberos en la ventana de enfrente, comprobando el humo de las habitaciones, así que no me dormí hasta las 4.
Esta mañana toca sesión de radio patio, corrillos en la calle y demás. Y luego, a clase.
4 comentarios:
Veo que no te aburres... entre llevar al hospital a las amigas accidentadas y los incendios... No sé si pensar que eres gafe...
jajaja, amelche, sin comentarios...
No, me niego a pensar que sea gafe. Definitivamente.
Además, en los dos casos las consecuencias podrían haber sido desastrosas, así que prefiero pensar que llevo la suerte a mi alrededor.
bueno, es un alivio saber que en esos momentos tienes la mente fria y no te pones como una posesa del miedo. Yo siempre he pensado lo que me llevaria, y lo tengo claro: rescataria a Bullitt.
besos
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