jueves, abril 10, 2008

En lo más alto de la más alta torre...

Ayer pude ver cumplido uno de mis sueños más antiguos: subir a lo más alto, a la torre de la catedral.
Puede parecer poca cosa, pero desde que tengo uso de razón he querido subir allí arriba. Así que cuando volvieron a abrir la torre al público me alegré un montón (aunque hasta ahora no había tenido ocasión de ir), y cuando una de las amigas de mi hermana dijo que no podía ir y me quedé con su puesto... ¿cómo rechazarlo?
Tenía todo preparado: la cámara de vídeo, la de fotos, pilas... Hasta que no estuve allí no podía terminar de creer que fuera a subir de verdad. Tan emocionada estaba, que olvidé un pequeño detalle: tengo un vértigo que me muero.
Todo empezó nada más entrar al museo para reunirnos con el resto del grupo. Habían dejado al descubierto parte de los restos de la antigua mezquita y había que andar por un cristal para llegar al otro extremo de la habitación. Aquí no sabría decir qué era peor: el vértigo provocado por el hecho de que el suelo real estuviera a varios metros de mis pies, o el miedo a morir atravesada por un cristal de dos centímetros de grosor si éste se rajaba con el peso de toda la gente.
Luego empezamos a subir. Estaba tan contenta que iba pegando saltos, que es como ando cuando estoy feliz. El guía había amenazado con pendientes muy pronunciadas, pero tampoco era para tanto, así que, una vez que dejé de hacer el idiota (en la tercera rampa), subí bien. Además, hace años subí a la Giralda, y más o menos es igual, solo que la otra tiene escalones a partir de la parte cristiana. Pasamos por la puerta del archivo (donde, por supuesto, no te dejan entrar), por la habitación donde se escondían los que se acogían a sagrado (lo mejorcito de la sociedad murciana del s. XVIII-XIX), la habitación de los secretos, que es la habitación del reloj (tiene una bóveda más baja de lo normal y si te pones en una esquina y hablas bajito, en la otra esquina te oyen como por megafonía. El relojero, que vivía allí, debía de volverse loco...). Luego llegamos al primer balcón, que es donde salían a hacer los conjuros para auyentar todos los males de la ciudad (entre ellos, el exceso de agua).
Hasta aquí, todo bien. Pero a partir de este momento hay que utilizar una escalera de caracol estrechísima y muy, pero que muy empinada y, por supuesto, sin barandilla ni nada. Además, antes de empezar a subirla, el guía ya nos había metido miedo con las campanas y los balcones de arriba: "No os asoméis, se ve mejor desde dentro"; "no se puede pasar por debajo de las campanas; si suenan te pueden reventar los tímpanos, y te pueden machacar la cabeza". Así cualquiera sube con tranquilidad...
El cuerpo de campanas es el último lugar al que se puede llegar. La escalera continúa, pero la mayoría de la torre está hueca, así que no tengo muy claro que me gustara subir (porque si hay algo que me da más vértigo que mirar hacia abajo es mirar hacia arriba :S ). Cuando llegamos se puso a llover y había algo de viento. Cuando saqué la cámara, el guía me volvió a decir que no me acercara a la barandilla y le dije: "Mira, no me acercaría ni aunque me dieran dinero". Luego ya, lo típico: buscar mi casa, los lugares conocidos, las azoteas en las que me gustaría vivir... pero antes de que pudiera hacer una sola foto, ya teníamos que bajar porque los otros señores ya estaban cansados. En fin... volveré.

10 comentarios:

MeTis dijo...

aghhh con el miedo que me dan las alturas, yo tengo fobia a ellas. Pero aun asi, cada vez que visito un lugar tengo que subirme a lo alto de la torre. La ultima vez fue en Viena, me subí a lo alto de la catedral. 325 escalones espinados sin barandilla y con apenas sitio para poner mis pies... hubo un momento que pense que no podria, pero simplemente me concentré en mover mis rodillas. Al llegar valió la pena, pero tendrias que haberme visto como baje corriendo¡¡¡ jaja. no me maté de milagro.

besos

amelche dijo...

Pues la próxima vez que vayas, llévame y así la veo yo también. :-)

fluyendo dijo...

"llevame como yo te llevo...under, asi liviano... levame el fuego, no lleves más..."
lo dijo fito paez, no lo digo yo...
las palabras son de fito, pero el saludo es mío..

Leo García-Jiménez dijo...

ahhh!!!!!!! Y la foto!!! Dónde está la foto? COnforme iba leyendo me decía "ahora es cuando hace la foto, ahora, ahora"... NO me digas que te quedaste sin foto?

María dijo...

Metis, miedo me da, pero siempre subo.

Amelche, pues cuando pilles un día libre, me avisas y pedimos cita.

Fluyendo, otro saludo para ti!

Leo, ejem, no hay foto. Tengo un poco de vídeo, pero foto no; por eso tengo que subir otra vez. Compré las pilas, pero no las puse en su momento, así que una vez arriba, no me dio tiempo... antes de darme cuenta ya estaban bajando!!!

amelche dijo...

¿Hay que pedir cita? Si que está eso concurrido... Bueno, pues ya te avisaré, porque el fin de semana que viene ya tengo plan.

xnem dijo...

Un caso.
De todas lameras la foto -aunque sin imagen- la hemos visto.

Ego dijo...

Recuerdo que subí de enana con mi padre. De eso hace unos cuantos lustros, pero la foto la hice en la cabeza y no la he tirado. Va a ser que tendré que subir otra vez. Y procuraré no recordar entonces las leyendas que cuentan, la de las Spice Girls y el niño Down... susto, susto.
Abrazos innatos

Capazorros dijo...

Es una visita que tengo pendiente.¿Merece la pena?

María dijo...

Ego, no conozco esas leyendas... cuenta, cuenta!

Capazorros, desde luego que merece la pena. Hombre, no te creas que vas a subir a lo más alto, eso desde luego, o sea, que actualmente hay edificios en Murcia más altos de lo que tú vas a subir, pero la vista es tan bonita...