jueves, julio 02, 2009

Pongamos que hablo de Madrid cap.I

Aprovecho que tengo un rato “libre” para contar el viaje, porque siempre digo que lo voy a hacer y al final nunca cuento nada, como en los programas de la tele.

Este viaje tenía cuatro objetivos muy sencillos: asistir a un espectáculo musical/teatro o incluso cine, ver la exposición de Sorolla en el Prado (el viaje empezó a tomar forma cuando la vi en las noticias), ir a una tienda de objetos de rodajes que hay en La Latina, y visitar a Débora. De los cuatro, adelanto desde ya que sólo conseguí una hora con Débora.

Llegamos a Madrid a las 10 de la mañana, tomamos el primer metro y llegamos al hostal, el mismo donde estuve en diciembre el último día que estuve allí con mi primo. Está realmente bien situado, justo enfrente del Caballero de Gracia, es decir, prácticamente enfrente del edificio de Telefónica. Cuando fui con mi primo el sitio me pareció estupendo pero ahora, con más perspectiva, tengo que decir que no sé si es el mejor al que podríamos ir, ya que hace esquina con la calle Montera, así que nuestras vecinas (muy simpáticas) se pasaban el día entero en la calle, no sé si me explico.

Total, que dejamos todo y nos fuimos a recorrer mundo. La primera parada, lógicamente, fue la Puerta del Sol. Una gran desilusión, por cierto, porque si ya de por sí sólo he conocido Madrid en obras, ahora con lo de la E está peor que nunca. Pero al menos entré por fin al edificio, para ver una exposición de fotos.

Seguimos por Arenal, y llegamos al Palacio de Oriente. Le dije a mi prima que quería entrar a ver una exposición (y el palacio, porque no he podido entrar ninguna vez), pero no le apetecía hacer cola, así que nos bajamos a los Jardines de Sabatini, donde disfrutó como una enana, porque le encantan los jardines y las fuentes.

Como la pobre Ludovica está trabajando al final de la Gran Vía, casi en la Plaza de España, y no se pudo venir de excursión, quedamos para comer con ella. Como se enfada mucho si llegas tarde, fuimos a asegurarnos de saber llegar al sitio donde habíamos quedado, y aprovechamos para ver a Don Quijote y Sancho Panza, que tampoco los había visto nunca. Encontramos el sitio y, como quedaban mil horas para comer, nos fuimos por la Gran Vía.

3 comentarios:

xnem dijo...

según rastreo por sus palabras eso es de una punta a la otra de la ciudad y con este calorrrrrr.

vaya tela.

Que tiene un montón de expos de PhotoEspaña!! La de Ros por ejemplo.

María dijo...

X, en Madrid NO hace calor. Calor es esto, es levantarte sudando, salir de la ducha sudando, cambiarte tres veces o cuatro, o mil de ropa y seguir sudando, y acostarte a las dos de la mañana sudando.

xnem dijo...

Ya para usted tal vez no pero para los de allí o aqui...