Decía If que este libro merecía tener un post en cada blog, así que escribiré el mío.
Compré mi primer ejemplar de Persuasión en agosto de 2006 en Cartagena, la tarde que fuimos a comprar, mi padre, mi hermana y yo, la Play Station con el dinero de un trabajo. Recuerdo que, mientras subíamos la rampa del garaje del corte inglés, le hablé a mi padre por primera vez de tesis doctorales. Luego fuimos a La Manga a dar una vuelta, y cuando volvimos a la casa, mi madre, que llevaba varios días trabajando en Murcia, había venido a vernos.
Una vez un amigo me preguntó de qué iba, y le dije:
Pues va de unos que se enamoran pero se separan porque alguien persuade a la chica para que lo haga, y al cabo de los años, cuando han perdido toda esperanza de volver a enamorarse, se vuelven a encontrar.
Y contestó lo mismo que Keanu Reeves en La casa del lago: ¿Y por qué te gusta?
Se me fueron las ganas de seguir hablando, porque no podía explicarle a alguien a quien no le gustaba leer nada en absoluto, toda la grandeza de una historia tan simple.
Persuasión es una historia sobre la esperanza, más que sobre el amor. Es la historia de una chica que sigue encerrada en su casa casi diez años después, con el mismo círculo de amistades, ninguneada por su padre y sus hermanas, que ve cómo el mundo avanza mientras los años pesan en su cara, intentando no pensar en lo que podía haber sido pero nunca fue. También es la historia de un hombre rechazado en su juventud por su pobre nivel social, que regresa convertido en un buen partido. Y es la historia de cómo se encuentran, intentan ignorarse (él, por despecho, ella, por vergüenza), y acaban rindiéndose ante lo inevitable.
Pues a mí sí me gusta. Me gusta porque cuando la leí este verano, tirada en la cama durante las siestas, volví al verano de 2006, cuando (tirada en la cama durante las siestas) soñaba con un reencuentro que nunca tuvo lugar (ni lo tendrá). Esa es la magia de libros como Persuasión, que son capaces de transportarte en el espacio y el tiempo, y de traerte a la mente antiguas sensaciones que se esfuman cuando cierras el libro.
5 comentarios:
Vaya, ahora ya conozco el final del libro!!!
Pero no importa, pensaba leerlo desde que vi "Conociendo a Jane Austen" y "La casa del lago" y aún no lo he hecho. Cuando lo haga, ya conoceré el final, pero eso no es motivo para no leerlo.
En cuanto a lo de los reencuentros, no es que tenga un máster especializado en ello, pero sí sé algo. Nunca pierdas la esperanza porque se produzcan, a veces lo hacen en los momentos más necesarios o más inoportunos, pero lo hacen.
Un saludo!
Ups! Tal vez me he pasado un poco con la historia... Peeero que se encuentren no significa necesariamente que acaben juntos!! Precisamente esta novela creo que es la que tiene el final más abierto de todas. Léela, merece la pena, de verdad. Es más, no tienes ni que comprarla, yo te la dejo, la tengo en español y en inglés.
Anda, sigue contando cosas del libro... ¡Ja,ja! He leído varios de Jane Austen, pero este no.
Tiene razón Ruth: los reencuentros pasan cuando menos te lo esperas. Y, a veces, deseas no haberte reencontrado, pero eso es ya otra historia.
Seguro que me gusta... Además, ahora que me ha dado por la novela del XIX... Sólo que tengo algunas reticencias hacia las novelistas inglesas de la época (las hermanas Bronte, Austen...) porque son, a veces, demasiado melodramáticas.
Pero lo leeré. ya te contaré.
Amelche, no sé. Leí el post una y otra vez antes de publicar porque no me gusta hablar del tema. Hay veces que si no hablas de algo parece como si no existiera. Pero al final era inevitable si quería hablar de este libro (ya tiré un borrador hace dos años). Pero ya que he tirado la piedra, no voy a esconder la mano: no va a haber ningún reencuentro mientras esté en mi mano evitarlo.
Leo, tienes que dejar de lado los prejuicios antes de leer a Austen. Mira más allá del melodrama. ¡Seguro que te gusta!
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