lunes, abril 02, 2007

Vacaciones en Roma Cap.2


Capítulo 2: Qué hacer cuando una quiere ver museos y otra quiere ver tiendas.

Esta es una de las cosas que más quebraderos de cabeza me causó durante mis andanzas por tierras extranjeras. Yo estaba totalmente alucinada ante todas las cosas que veía, muchas de las cuales conocía porque me entraron para selectividad en Historia del Arte.

Fui a ver la Boca de la Verdad, estuve por el Foro, entré en la Basílica de San Pedro y en el Museo del Vaticano y, por supuesto, eché una monedita en la Fontana di Trevi.

Pero en cambio, y por ser dos en vez de una, no pude entrar en el Palatino (3'50), subir a la cúpula de la Basílica (4), entrar al museo de la Basílica (3'50), ir a las catacumbas, montar en el "guiribús" (11 todo el día), ir a una exposición de las máquinas de da Vinci (ni siquiera se pudo preguntar), ni en el museo capitolino, ni en el que había en la Piazza Minerva, ni ver el Ara Pacis, ni entrar en el Panteón, ni en el Coliseo... y todo esto me fastidió bastante, porque me habría gasta do todo ese dinero y habría hecho esas colas muy a gusto.

El momento más "tenso" llegó cuando buscaba desesperadamente la Piedad por la Basílica de San Pedro y no la encontraba por ningún sitio. Entonces fue cuando vimos que había un museo y, al ver el precio, mi amiga se negó a entrar. En ese momento, sospechando que la escultura podía estar ahí dentro, canalicé toda mi ira y juré venganza (pero en silencio, claro, no se la podía jurar en alto porque es mi amiga). Menos mal que al final, ya cuando salíamos, la vi.

Allí estaba, preciosa, espectacular. Era lo más bonito que había visto en mi vida, o al menos eso me parecía en ese momento. Me disponía a buscar un sitio cómodo entre la gente para poder verla desde todos los ángulos y...
-Venga, vámonos ya, ya la has visto.

Agghhhhhhhhgggggggg!!!!!!!!!!!!!!!!! Luego estuvimos una media hora en la calle sin hacer nada esperando a otras dos de mi clase.

Más tarde fuimos a ver la Trinidad del Monte, en la Plaza de España, y me empeñé en subir. Menos mal que insistí, porque me hubiera perdido una de las vistas más bonitas de todo el viaje. Lo malo es que teníamos prisa por bajar, porque Dior estaba justo enfrente...

9 comentarios:

Leo García-Jiménez dijo...

María! Me parto con tus comentarios de Roma. La verdad es que tus compañeros no están quedando muy bien parados, al menos eso me comentaba ayer una amiga cuando leía tu blog, jeje.

Creo que elegir los amigos con los que te vas de viaje no es ninguna tontería, yo a lo mejor no me iría con todos. Aunque no he tenido ninguna mala experiencia (al contrario) con mis amistades durante nuestros viajes, sí que es cierto que con alguno de ellos no repetiría.

besss

María dijo...

Pues me alegro, porque todavía me quedan un par.

Es súper importante elegir bien a los compañeros de viaje, especialmente si el viaje sólo lo hacen dos, porque es mucho tiempo con la misma persona, y las dos tienen que saber que en algún momento tendrán que ceder.

Hace dos meses, cuando lo planeamos,pensaba que lo importante era irme como y con quien fuera, y eso era todo, pero no, es imprescidible asegurarse de que el objetivo del viaje es el mismo o al menos parecido para toda la gente que se va.

También está el hecho de que, como le decía ayer a Raquel, últimamente me estoy volviendo algo antisocial y me queman muchas cosas que tal vez no deberían hacerlo.

Pdt.: De todas formas, me conoces lo sufuciente como para saber que me lo pasé muy bien, y que todo parece peor cuando lo publico en el blog :P

MeTis dijo...

pues mira yo arriba de la plaza españa no subi, pero si vi Dior, y te juro que entre en una tienda de zapatos, no recuerdo el nombre, y me probe unos para disgusto de la dependienta, porque chica con ese dinero hubiera podido ir tres veces mas a Roma, pero yo ni corta ni perezosa pedi mi numero.. jiji

ohhhhhhhhh el vaticano...deu meu como me gustó¡¡ subi a la capula y me mareé...en fin, eso de ir inclinado no era lo mio..

por cierto, menudo jarron mas chulo te ha quedado¡ seguro que el mismo, no haces trampa?? vaya, porque ha quedado monisimo.

saludos

amelche dijo...

Eso digo yo, el jarrón no está nada mal, será que gana con la pintura. En cuanto a los viajes, bueno, dicen que viajando es cuando conoces realmente a la gente. O acabas en bronca gorda (aguantarse todo el día es difícil) o en un amor eterno. Pero todo es una experiencia, al fin y al cabo. Y yo, con los años, he aprendido a decir: "Te espero a tal hora en tal sitio. Vete a Dior y yo me voy a los museos." Y me quedo tan ancha.

Ludovica dijo...

Menos mal que en punta cana las cosas son básicas y adecuadas a los instintos primarios de la mujer/hombre,jeje (Bailar, comer,tomar el sol, beber ron y sexo), así la gente no se pelea, está bastante relajadita.jajaja

Anónimo dijo...

Como casi siempre que leo a Ludovica... tienes razón!!! Básicamente porque Punta Cana todavía no la conozco. Aunque el plan a nivel cultural es pésimo comparado con Roma, en temas de anatomía si que gana... y de calle!!

No viste el Marmetino :'( Te perdiste al gran Vercingetórix, hijo de Celtillus, error!

Besos,
Luis

María dijo...

Metis y Amelche, gracias por lo del jarrón. No es lo que se dice bonito, pero ya no dan ganas de tirarlo por la ventana.

Ludovica y Luis... bailar sí me gusta mucho, pero nada de lo que mencionais es algo que tomaría como prioritario en un viaje, y menos a un sitio tan lejanísimo.

Anónimo dijo...

Quién habla de bailar?? Jajajaja!!

Intenta cambiar el viaje del Ecuador/Fin de carrera de los estudiantes por Roma y morirás en el intento :P

Como bien dices, lo principal no es el viaje sino con quién vas a compartir esa experiencia.

Besos,
Luis

xnem dijo...

Ja! Y eso que solo erais dos!
Antes de partir hay que controlar los biorritmos, o quedar en lugares bien indicados a horas determinadas y cada uno se pierde por donde quiere.