martes, febrero 13, 2007

Eloísa está debajo de un almendro


Hoy toca hablar de teatro.Leer teatro es lo más parecido a ver una película.Una novela, por interesante y fascinante que sea es mucho más pausada, más calmada. El teatro hace que la imaginación funcione incluso más deprisa que la vista al leer. Por lo menos eso me pasa a mí. También puede ser por el tipo de obras que he leído.

Eloísa está debajo de un almendro (Enrique Jardiel Poncela, 1901-1952),la leí por primera vez en octubre del año pasado, y la segunda ha sido en enero de este año.

Es una historia disparatada en la que está totalmente loco todo el mundo. Pero loco de atar. Los diálogos son muy rápidos y muy divertidos, sobre todo los de la tía Clotilde, que se mete con cada uno de los personajes a lo largo de la historia.También hay un señor que lleva veintiún años en la cama por un desengaño amoroso y viaja en tren todas las noches sin salir de su habitación,otra señora que sabe a ciencia cierta que todos los sábados van a entrar ladrones en la casa, un mayordomo con doble, una hermana desaparecida...y un par de historias de amor de lo más extrañas.

Me recuerda a grandes películas como La fiera de mi niña o Historias de Philadelphia. Es normal, ya que tanto Jardiel Poncela como Edgar Neville (que escribió la película y la obra de teatro La vida en un hilo) se fueron a Hollywood a trabajar como guionistas.


En fin, que hay que leer teatro,y hacerlo en voz alta, que es de lo más divertido.

8 comentarios:

Ludovica dijo...

Leer teatro está muy bien, me gustó mucho La Casa de Bernarda Alba,aunque fuera por obligacón, y creo que ver la obra no me hubiera gustado tanto. Pero pero peroooo lo mejor del teatro es interpretarlo, el aplaso del público y que alguien te diga que lo has hecho genial es la mejor cocaina de la historia.

amelche dijo...

A mi amigo Juanjo le encanta Jardiel Poncela y siempre me habla de él. Tendré que leer algo o ver sus obras...

Enrique Gallud Jardiel dijo...

Muchas gracias por la referencia a mi abuelo. Un saludo.

MeTis dijo...

creo que lo maximo de trabajo que he leido de teatro ha sido "el tragaluz"de vallejo, y ahi me he quedado.. algun volvera a darme por ahi, espero.

besos

María dijo...

Ludovica, yo también me la tuve que leer y no me desagradó; ahora la estaban representando en el Romea. Interpretar un buen papel debe ser lo mejor del mundo.
Amelche, ya estás tardando.
Señor Enrique Gallud Jardiel, bienvenido, y de nada.
Metis, yo de Vallejo me leí Historia de una escalera cuando tenía 13 ó 14 años; tendré que volver a hacerlo.Besos!

xnem dijo...

Bueno yo lo dejaría en “ que hay que leer” a secas. Teatro, poesía ensayo, lo que sea. No se quien dijo que “leyendo un se quita uno de tonto y viajando de racista”.

Otra salvedad, y que conste que no soy científico –solo Profesor a tiempo parcial y hablo de oidas-. Que me corrija alguien que sepa si me equivoco pero los científicos han descubierto recientemente que el sector del cerebro que controla la vista y la imaginación es prácticamente el mismo. Es decir “hace que la imaginación funcione incluso más deprisa que la vista al leer” es una redundancia, si la vista y la imaginación son el mismo campo, eso nos llevaría a tratar el terreno de los sueños y sus detalles precisos. Así una historia “real” tipo MATRIX es cada vez mas posible, ¿como separar consecuentemente visión real, del sueño y la imaginación?

Ya te dije que me encanta la locura sana de Jardiel Poncela, tratado de facha en la Republica y de rojo después. Yo creo que iba por libre.

TABATA dijo...

Jardiel Poncela al igual que otros autores de posguerra han sido los grandes olvidados, en el pasado leí a otro olvidado como Alfonso Paso,tiene obras muy interesantes pero decían que era autor de derechas...

Anónimo dijo...

Yo para leer teatro me divierto mucho con "Historia de una escalera" de Antonio Buero Vallejo, estrenada en 1949. Toda la obra tiene lugar en un único escenario: una escalera de un edificio de pisos de clase media-baja. Aunque empieza siendo una comedia romántica, hay un fondo de tragedia e ironía, los personajes se encaminan a una situación sin salida, ellos mismos van labrando con sus acciones su desdichado futuro.

Me anoto la obra de Poncela para leerla, gracias!
Luis :)