Finalmente mis peores temores se vieron confirmados y mis dos semanas de vacaciones se tradujeron en 2 semanas con mi hermana metida en mi casa, y mis padres en la playa, y todo por un simple trámite que ella tiene que hacer el jueves. Vamos, el jueves; y por qué no podía quedarse en la playa hasta entonces??
En fin, intento llevarlo lo mejor que puedo, pero la verdad es que me doy mucha pena.
En el trabajo me va estupendamente.
No me gusta lo que hago y espero no tener que hacerlo más después de agosto, pero la verdad es que me lo paso bien. Me parece bastante excesiva la jornada de trabajo, sobre todo porque me sobran varias horas una vez termino lo que tengo que hacer. Pero bueno, me dedico a recorrerme la redacción y he conocido a un montón de gente en pocos días. Además me llevo muy bien con mis compañeras, sobre todo ahora que una de ellas está de vacaciones y he podido "quedarme" con su mesa, que está rodeada de redactores, no como estaba antes, justo al ladito de la coordinadora. Claro, así no se me acercaba nadie...
Todo el mundo está igual de asqueado con ese trabajo, y todos querrían estar en otro sitio, así que es un perfecto tema de conversación para cualquier momento.
No tengo mucho tiempo libre porque todavía me quedan dos exámenes, el de Información en TV y el de la terrible Teoría e historia del periodismo, asignatura que he empezado a estudiar esta tarde y de la que me sé los dos primeros temas.
Estoy deseando quitármelos de encima ya de una vez, y poder dedicar todas las tardes a pintar, ver películas y salir de paseo. También bajaré a la biblioteca y arrasaré con los libros.
Ahora mismo estoy leyendo otra vez El sueño de una noche de verano, y creo que dejaré esta tradición mía de leerlo cada año, porque después de 6 veces (ésta es la séptima), la verdad es que empieza a aburrirme.
Hace días terminé el 6º libro de Harry Potter (Harry Potter y el misterio del Príncipe Mestizo), que ya me leí el año pasado. Esta segunda vez me ha gustado bastante más, aunque como ya dije el año pasado, es un libro de transición. Aun así, digo que me ha gustado más, cosa que yo creo que se debe, al menos en parte, a las circunstancias que rodearon a la primera lectura. Aquella vez, los primeros capítulos cayeron en la horrible sala de espera de la UCI.
Después de una segunda lectura, estoy todavía más convencida de que Dumbledore no ha muerto, y de que Snape no es tan malo como parece. Pero el final definitivo lo sabré dentro de un mes, cuando vaya alegremente a una librería inglesa que encontré en el Dos Mares, en la playa, donde he dejado reservado mi ejemplar del último libro. Me vendrá bien para mejorar el inglés y, además, no estaré a merced de que mi primo me cuente la gente que se vaya muriendo, que es una costumbre muy fea que ha cogido. Me lo leeré yo primero, y se lo contaré a él en cuanto se ponga chulo conmigo, jejeje.
Además, me han dado un vale de 10 euros para gastar en lo que yo quiera en la tienda, y le tengo el ojo echado a un par de libros. A ver si hay suerte y puedo ir este finde mismo a por alguno.