miércoles, noviembre 28, 2007

Una raíz cuadrada

Cuando éramos pequeños, mi tío Javi y yo siempre estábamos discutiendo de cualquier cosa. Como tiene siete años largos más que yo, lo que más le gustaba era hacerse el listillo conmigo. Un día, estábamos en su habitación y me dijo: A ver, a que no sabes cómo se hace una raíz cuadrada.
Aquel día en concreto yo tendría unos cuatro años, así que era de esperar que le dijera que no tenía ni idea de cómo se hacía. Sin embargo, le contesté: Pues claro: coges un cuadrado, le echas tierra y plantas algo. Cuando salga, tendrá la raíz cuadrada.
Mi tío, se me quedó mirando un rato largo, y yo le dije: ¿Qué? en plan chulo. No sé lo que se le debió pasar por la cabeza, pero estalló a reír como un loco.
Años más tarde, este momento volvió a mi mente cuando en el cole nos explicaron las raíces cuadradas (por cierto, una de las cosas más inútiles de la vida), y comprendí lo que debió pensar ese crío de 12 años que se creía mucho más listo que yo.
Pero un día, paseando por la calle, descubrí que yo tenía razón.

miércoles, noviembre 21, 2007

Mis 20 series de televisión preferidas

María me manda este meme, que consiste en enumerar mis 20 series de televisión favoritas, para que luego las comentemos entre todos. Ella, siempre saliéndose de la norma, hace dos listas: la de series de personas, y series de dibujos. Yo las pongo todas juntas.

-Ally McBeal.
-Las chicas Gilmore.
-Embrujada.
-Cheers.
-Aquí no hay quien viva.
-Fraggle Rock.
-Perdidos.
-CSI Las Vegas.
-Entre fantasmas.
-Mujeres desesperadas.
-Futurama.
-Friends.
-Médium.
-Se ha escrito un crimen.
-Lois y Clark. Las nuevas aventuras de Superman.
-Heidi.
-El cuentacuentos.
-Teatro de cuento de hadas (no recuerdo si se llamaba así, pero es la traducción del inglés).
-Las chicas de oro (perece mentira que tenga tanta actualidad con lo vieja que es esta serie).
-Las gemelas de Sweet Valley (hace años que no las veo).
-Calle Nueva (el final).
-Embrujadas (al principio).

También me gustaba Flash, V, y ver Maggiver con mi abuelo. Y ahora también Cinco hermanos y Anatomía de Grey, pero no son favoritas.

Pdt.: No las contéis más, que ya sé que hay 22.
Os lo paso a todos, hala.

sábado, noviembre 17, 2007

Una sombra misteriosa

Hace unas semanas publicaba X una serie de posts sobre grafittis que se ha ido encontrando en sus viajes. Le dije que cuando saliera con la cámara le pasaría algunos de aquí, y éstos son los que más me han gustado.




Pinchad en las fotos para ampliarlas, que merece la pena.


jueves, noviembre 15, 2007

La libertad tiene dos ruedas

Sí sí, dos ruedas. O al menos la mía.
Hace unas tres semanas, iba o venía (no recuerdo bien) del Mercadona y, cuando me vine a dar cuenta, estaba dentro de una tienda de bicis dejando 10 euros de señal para pasar al día siguiente a recoger una preciosa bicicleta plegable negra y gris metalizado.
Siempre he querido tener bicicleta en Murcia, y ese día no pude dejar escapar la oportunidad.
Vaya pasada (la verdad es que me conformo con poco), ojalá la hubiera tenido siempre. No hay nada como pasear y pasear, con el viento en la cara, entre limoneros y naranjos, escuchando música, o pájaros, o lo que sea. Eso, o por las callejuelas del centro (el downtown, claro).
Me encanta mi bicicleta nueva. Hombre, no es de color lila y rosa, como siempre había querido, ni lleva cintas colgando del manillar... ni siquiera una cesta de mimbre. Pero da igual. Me gusta.

domingo, noviembre 11, 2007

El poder de una canción

Hay canciones que te acompañan en los momentos decisivos de tu vida. Hay canciones que te hacen sentir bien, que te animan, que te sirven de refugio, que te arropan y te alejan de todo lo demás.
Siempre he tenido determinadas canciones que me hacían sentir así, pero fue el viernes cuando realmente comprendí el enorme poder que puede tener una canción.
Esta semana ha sido una de las peores de mi vida, de verdad. Como ya venía mal del finde, el lunes hice lo que hago siempre que necesito un cambio urgente: cortarme el pelo. El martes no fue mal día, pero el miércoles empezaron a torcerse las cosas a lo bestia.
Para el que no lo sepa, la semana anterior habían sentenciado de muerte a mi programa, y nos habían puesto a preparar un programa del corazón. No me hacía mucha gracia, por no decir ninguna, pero siempre sería mejor que lo mío. En cualquier caso, representaba una oportunidad de cambio que necesitaba con urgencia, así que empezamos a ponerle mucha ilusión y empeño para aprender a montar vídeos y todo eso. Vamos, lo que viene a ser prepararse para un nuevo proyecto.
El jueves, de pronto, cuando ya creía el otro programa borrado para siempre de mi vida, van y nos dicen que tendríamos que preparar cinco refritos más (como los que habíamos hecho la semana anterior). Al rato nos vuelven a llamar a otra reunión y nos dicen que hay que hacerlos entre lunes y martes, no jueves y viernes, como pensábamos.
Empecé a sentirme realmente mal. No me apetecía hablar, ni moverme, ni nada de nada. Pero es que van y nos llaman otra vez, ahora para decirnos que el programa sigue hasta diciembre.
Pasé todo el día yendo cada dos por tres al único sitio donde podía estar sola, un aseo del piso de abajo, donde pasaba varios minutos llorando. Mis amigos estaban todo el tiempo intentando animarme, pero eso sólo hacía que me agobiara más. Incluso llegué a ir dos veces a RR.HH. para informarme de lo que tenía que hacer para dejar el trabajo cuanto antes, pero las dos veces el chico estaba ocupado. No sé qué hubiera pasado si llego a ir una tercera.
El viernes, me levanté tres horas antes para intentar ir de buen humor, porque me pongo bastante estúpida, y al final lo acabo pagando con la pobre Inma (pero es que se lo merece!!). Otra reunión. Esta vez nos dijeron que, además de los cinco refritos que había que preparar para grabar lunes y martes, había que grabar otros cuatro programas normales para jueves y viernes. Aquí es donde entra Downtown, de Petula Clark.
Esta canción la había escuchado antes, pero se me quedó en la cabeza a raíz de un par de episodios de Perdidos, donde la escucha un personaje llamado Juliet, que es mi favorito. El caso es que esa misma mañana me la había metido en el mp4, así que nada más salir de esa horrible reunión y de jurar y perjurar que no iba a entrar más veces en ese despacho fatídico tuve un ataque de risa histérica, y luego me puse a oír una y otra vez esta canción. Gloria hizo lo mismo, y así estuvimos las dos toooodo el día, escuchándola una y otra vez. Y otra y otra y otra... Y el caso es que después de escuchar una canción como 40 veces se le podría coger algo de manía, pero no. Esta canción era lo único que hacía que no nos fuéramos de allí corriendo hasta desaparecer de la vista de esa horrible gente. Escuchadla si podéis.

domingo, noviembre 04, 2007

Sintiéndolo en el alma, no puedo ir

¿Sabéis esas veces que mentís un poquito a alguien y luego os entra un remordimiento enorme?
Yo sí. El viernes fue una de esas veces.
Estaba en el trabajo haciendo tiempo hasta las seis (porque ya había terminado los guiones de esta semana), pidiendo unos libros a Madrid, cuando me llamó Ludovicasta es la otra parte de la historia).
-¿Tienes planes para esta noche?
-Nop!
-Nos vamos a un concierto.
-...
-Necesito tu coche, nos vamos a Cartagena.
-No puedo. (Aquí es donde me puse mala de repente).

Ahora, y antes de que Ludovica traspase el ordenador y me mate, explico mi situación.
La verdad es que me dolía un poco la cabeza, pero no era eso lo que me pasaba. Un mal presentimiento rondaba mi cabeza. Ni de lejos me imaginaba lo que era, pero lo cierto es que estaba ahí.
Yo tenía otros planes para esa tarde.Iba a ir al centro comercial a comprar un par de camisetas para salir adelante mientras no me diera tiempo de sacar la ropa de invierno. Pero al salir del trabajo, fui directamente a mi casa. Allí no pasaba nada.
Me fui a dar una vuelta solitaria por el centro, compré unas películas y unos buñuelos de viento, y fui a mi casa a comerlos con mi familia.

Nada más abrir la puerta, cargada de bolsas,con un paquetito de dulces en la mano, y gritando: ¡¡Mami, traigo una sorpresa!!
Entonces fue cuando la vi llorando en el teléfono. Su tío de Castellón, el tito Paco, al que fuimos a visitar hace un par de semanas, había muerto veinte minutos antes.
Yo sólo pensaba en mi abuela, en cómo se lo íbamos a decir, en cómo se lo iba a tomar. Luego pensé en mi tía Carmen, y me dio una pena tremenda. Entonces fui corriendo a casa de mi abuela, que era donde tenía que estar, y me alegré enormemente de ser una mentirosa. Aunque esté muy mal hacerlo. Pero me perdonará.

jueves, noviembre 01, 2007

Mi primer Halloween

En mi casa, mi familia, mi barrio y en todos sitios siempre se ha visto muy mal celebrar Halloween. Bueno, no sé si mal del todo, pero el caso es que nunca se ha celebrado. Tampoco es que se vea mal; simplemente es una fiesta que nos ha llegado tarde.
Pero este año, después de todo el tiempo que estuve escribiendo un programa especial de Halloween, teniendo un gorro y una escoba comprados hace cuatro años y sin estrenar, y unos zapatos y unos calcetines del mago de oz, todo eso unido a que aprovecho la mínima oportunidad para disfrazarme (totalmente heredado de mi abuelo), sólo faltaba un ligero empujoncito para salir disfrazada.
El empujoncillo en cuestión me lo dio María, disfrazada de Ángel de la Muerte. Por cierto, en su blog sí que hay una crónica completita de la noche.
En cuanto a mi disfraz, era demasiado evidente que me iba a vestir de bruja del Mago de Oz, salvo por la nimiedad de que no tengo capa.
El otro día salí de compras con María un ratito después del trabajo, y volví con unas alas y con el regalo de cumple de Ludovica, que ya viene por ahí.
¿Una bruja con alas? Claro, yo. "Ser mágico oscuro", de eso iba. Un poco avanzada la noche, pasé a denominarme "ser mágico oscuro maligno", porque no hay nadie que ponga cara de mala mejor que yo (la verdad es que doy demasiado miedo en algunas fotos).
Total, que ayer, primera noche de frío invernal, salimos de fiesta a congelarnos, y la impresión general fue bastante buena, la verdad.


El otro día, después de habernos hartado de muñecos de chocolate de Halloween, me dijo una compañera en el trabajo que si celebraba Halloween iría al infierno. ¿Será posible?
Le contesté que mejor, porque así estaría con todos mis amigos y mis seres queridos y me lo pasaría muy bien. Ayyyyyy, esta Inma...