viernes, agosto 17, 2007

Vuelvo enseguida

Señores, esta rodríguez se va de vacaciones hasta el lunes 27. Nos vemos!!

martes, agosto 14, 2007

Conociendo a If

Ayer por fin tuve el gusto de conocer a If y a su V.
Conozco muy poco a V pero me pareció una persona muy inteligente y de trato bastante agradable.

De If sólo puedo decir que es genial, muy simpática, y una tía dicharachera. Yo estaba un poco como ausente, por el cansancio y el calor, además de los nervios, claro. Pero de vez en cuando volvía a tierra y decía “¡no me lo puedo creer, si es If!”.

Lo primero de todo, un “encantada”, un par de besos, un “¿qué tal?”, un intercambio de regalos, un “éste es mi barrio, vivo por allí”, etc., y echamos a andar hacia el centro.
Como Murcia es muy pequeña y ya habían visto la catedral, había poco más que hacer, así que les enseñé el teatro Romea por fuera (le sorprendió que fuera rosa), el Palacio Almudí por fuera, el Mercado de Verónicas por fuera, los puentes, el río, la sardina gigante, el Ayuntamiento (que también es rosa), la Glorieta, y todas esas callejuelas del centro que tanto me gustan, o sea, Sol, Jabonerías, Sociedad, Platería…
Mientras, les iba diciendo: “Aquí había nosequé, pero lo tiraron, aquí había un nosecuantos pero también lo tiraron”.

Hicimos una parada en Santo Domingo a tomar helados hasta hartarnos, y allí probó la horchata de almendras, que por lo visto en Zaragoza no tienen.
Como de probar se trataba, fuimos a Bonache a por pasteles de carne y pasteles de cierva, que para el que no los conozca, sólo puedo decirle que tienen un sabor indescriptible y raro; es una mezcla de dulce, agrio y salado; te gusta o no te gusta, no hay término medio. A ver si escribe pronto y cuenta qué le parecieron a ella.

Estuvimos hablando un rato sobre cualquier cosa, como si salir juntas fuera algo que hiciéramos todos los días. También de libros, sobre todo de Harry Potter, y comentamos la mutua aversión hacia Harry y la admiración hacia Snape, uno de los supuestos malos. A veces me daba la sensación de hablar conmigo misma, no sé, una sensación rara pero agradable.

Luego vino la despedida, una despedida como si nos fuéramos a ver el día siguiente, cuando lo cierto es que tal vez no volvamos a vernos nunca. Aunque la verdad es que espero que eso no pase.

domingo, agosto 12, 2007

Tal día un año

El viernes fui a recoger mi súper resguardo de 150 euros para que en dos años me manden a casa el título de licenciada. Es un simple papel, con el escudo de la universidad en relieve y algunas marcas de agua, pero eso, un simple papel. De todas formas tiene un nosequé que hace que en estos momentos sea uno de mis papeles favoritos.
Aproveché para charlar un rato con Leo, y contarle algo de mis días en la tele, que a día de hoy tienen un futuro bastante incierto.
A decir verdad, casi lo prefiero así; estoy en un momento de la vida, que seguramente no se vuelva a repetir, en que me da exactamente igual no saber qué voy a hacer el mes que viene, y eso resulta bastante emocionante.
Cuando llegué al trabajo, le eché un poco de morro y me fui al despacho de la directora de programas, la jefa súper jefa de todo, que se quedó a mi cuidado a mediados de la semana pasada, a falta de mi tutora y del director de mi programa, que están de vacaciones. Total, que como estos últimos días estaba allí casi de figurante en la redacción, le dije que si le daba igual que me fuera con alguien de otro programa a grabar a la playa.
La verdad es que esperaba que me dijera que sí, pero convencerla resultó mucho más fácil de lo que pensaba. Así que me fui con una chica de 3º de mi universidad y con el cámara a Los Alcázares a preguntarle a la gente qué iba a hacer el día de la Virgen. La respuesta fue unánime: ver la procesión marítima y comer arroz y conejo.
El lugar para hacer la encuesta fue idea mía: Playa del Espejo, justo en medio del chiringuito Las Gaviotas y el chiringuito Sierra de Cazorla, lugar donde estuvimos con la radio un par de semanas el año pasado. Eso por si teníamos que parar a tomarnos algo entre toma y toma.
Todo seguía exactamente igual: las viejecillas de debajo del árbol, esas que llegaban a las 9 y no se iban hasta que repartía los regalos a la una, seguían debajo del árbol como si no se hubieran levantado de allí en todo el año. También estaba la chica socorrista de la mala leche a la que entrevistamos un día, el chico guapísimo del chiringuito que me ponía las cocacolas, y el niño pesado de ese mismo chiringuito, que este año está todavía más aburrido y pesado que el año pasado. Al principio no se acordaba de mí, pero lo hizo en cuanto le nombré el día que vinieron los payasos, y sobre todo, el día que un coche gigante llegó al paseo marítimo y le hicimos fotos subido en él. Entonces ya me recordó como la chica que le daba balones y camisetas.
Luego seguimos la ruta hasta Los Narejos para hacer un reportaje de unos chicos que estaban aprendiendo a hacer vela, y también fue muy curioso y divertido.
Definitivamente, ese programa es mejor que el mío. O al menos a mí me gusta más.

lunes, agosto 06, 2007

Calor


Mi pobre cabeza derretida no alcanza a entender cómo es posible que haga tantísimo calor en el mundo.

Es la una menos cinco de la madrugada y debe hacer como 80º, de verdad.


Dicen que lo mejor para aguantar el calor es no pensar en él, algo muy útil hasta cierta temperatura. Cuando hace tanto calor como ahora, hay que pensar en nieve. Mucha mucha nieve, y mucho mucho frío.

Lo que voy a hacer esta noche es cerrar la habitación a cal y canto, enchufarme el aire acondicionado, y poner la música de Doctor Zhivago en el mp4 hasta quedarme dormida.


Por noches como ésta he decidido que lo segundo que haré cuando sea rica será comprarme una casa en Australia para irme a pasar los veranos, y así de paso aprender inglés. Decidido.

viernes, agosto 03, 2007

De vuelta a las andadas

Después de unos días lamentablemente fuera de circulación, vuelvo a las andadas.
Tal vez algún día publique algo que escribí el otro día cuando, incapaz de pronunciar una sola palabra, conseguí escribir unas líneas, pero antes tendrá que pasar algún tiempo, porque todavía está demasiado reciente y no me gustaría frivolizar con ello.
Hace un calor extremadamente agobiante y parece que me voy a derretir de un momento a otro.
Esta tarde me han pagado un trabajillo que hice esta primavera. Yo pretendía comprarme con eso una cámara de fotos para la graduación, pero al final me la compré hace un par de semanas. Lo bueno es que me pude gastar un poco más y me he comprado una que hace unas fotos geniales a pesar de mí.
Total, que he salido a dar una vueltecilla por el centro y he pillado unas ofertas muy buenas en películas, así que me he traído tres al precio de dos, además de una camiseta, una chaquetilla y un regalo de cumpleaños. Mañana, si salgo temprano del trabajo, iré a por libros, que ya toca.