jueves, diciembre 16, 2010

Mi último día con Internet

Mis padres han decidido celebrar el nuevo decenio volviendo al siglo XX, así que a partir de ahora no tendré Internet. Podré superarlo (?).
Tendré que ir por ahí con mi portátil buscando redes wifi, tendré que renunciar a ver los nuevos capítulos de Cómo conocí a vuestra madre, a mi negocio nada lucrativo de venta de broches, al mail semanal que le mando al jefe de RRHH de la tele, a enviar currículums, a cuidar de mi granja en Facebook, a colgar las fotos más chulas que me salgan, a leer el twitter de Lady Gaga, a mis charlas de media tarde con los amigos, a hablar con Ludovica por el Skype, a ver películas en el películasyonkis, a dirigir la revista Blú (antigua Mursic), a comprobar las previsiones del Instituto Nacional de Meteorología para ver si va a nevar, a colgaros mi ya tradicional vídeo navideño de felicitación, a mis clases de piano con Mikes... Jop. Me va a costar trabajo. Soy una yonki de la Red.
Por si no nos vemos antes, feliz Navidad.

jueves, diciembre 02, 2010

Hay días en los que es mejor no levantarse

¿Para qué? ¿Para sufrir? Vaya mierda de día.
Me levanto medio mala, con el puente ahí, tan cerca. Luego me doy cuenta de que da igual que sea puente o no, puesto que yo vivo en un día cualquiera de una semana cualquiera de un mes cualquiera y de un año cualquiera, donde tengo que hacer esfuerzos sobrehumanos para que cada día no sea exactamente igual que el anterior, y en los que me cuesta un trabajo horrible no sentirme un parásito enorme que devora las entrañas de esta familia.
Sigo mala y me voy al mercado, a ver cosas que me están cortas, estrechas, las dos cosas, o que encima son feas, que dan la corriente y me erizan el pelo. Mucha gente, pisotones, empujones.
Me llega un mensaje en el que me dicen, sin ninguna explicación, que no me acreditan para hacer unas entrevistas, y volvemos a lo de estar todos los puñeteros días sin un trabajo, que antes o después acabará la jodida crisis, pero sólo seré un deshecho más de esta mierda de sistema.
Y de ahí me voy a pensar si no pagaré caro mi última locura, la de abandonar mi universidad para irme a otra, a empezar otra vez de cero, y a prisa y corriendo, a recuperar el tiempo perdido, pero con las mismas o incluso menos expectativas de llegar a nada.
Y luego el recuerdo de un sueño. Un sueño en el que alguien ha tenido que viajar 16 años en el tiempo para venir a darme la mano. Unas manos grandes y calientes que no consiguen calentar las mías, frías, huesudas, castigadas por la humedad y vacías e inútiles.
Y luego llega una factura de móvil que no puedo pagar porque es el doble de lo que esperaba, y me lleva más de media hora solucionar un problema fruto de un error que no era mío.
Y estoy mala, y muy cansada, y sólo quiero acostarme y hacer como que este día no ha sido nunca, y mañana despertarme para tratar de hacer diferente otro día cualquiera de otro mes cualquiera.

miércoles, noviembre 10, 2010

Más novedades

Estoy que no paro (que no en paro -que también-). Fruto de mi enfermedad mental que me da una energía increíble para hacer cosas que otras personas creerían carentes de sentido, absurdas, inútiles y vete a saber qué más, en lo que llevamos de semana me he sacado un viaje a Madrid de la manga para ver los Premios Principales 2010, he fundado una revista con unos amigos, he añadido otro producto a mi negocio Hilo Azul (gorros de ganchillo), y ya llego a los 24 largos en la piscina del tirón.
Lo mejor es lo de la revista, que no nos da dinero, pero sirve para entretenernos y hacer algo más de currículum. Además, siendo un medio de comunicación podremos hacernos un hueco entre los de prensa en los conciertos. Por cierto, nos quedan libres algunas corresponsalías, si alguien se apunta...

domingo, octubre 24, 2010

La primera semana

Todavía no hace ni una semana de mi cumpleaños y ya parece que hubiera pasado una eternidad. Ha sido entrar en los 25 y empezar a ver puertas abiertas por todas partes. ¡Bien!
Estoy tratando de entrar en la UMU (si supero el "sencillo" paso de conseguir mi certificado académico en la UCAM), he empezado un proyecto de investigación con una amiga, estoy avanzando bastante en la documentación para la que espero sea mi primera novela, y me he apuntado al Inacua, donde puedo ir al gimnasio, sauna, jacuzzi (¡bendito jacuzzi!) y piscina cuando yo quiera. Y por si fuera poco, parece que mi negocio al fin se pone en marcha. Sí, presiento que éste será un buen año.
Además, hoy he empezado a cambiar la ropa del armario (lo que quiere decir que irremediablemente volverá el calor), y he aprovechado el caos de la habitación para hacer hueco a los libros nuevos y tirar algunas cosas viejas y papelotes que se han ido acumulando. ¡Y todavía me han sobrado tres horas y media para ver Lo que el viento se llevó! Qué gran película.
Y mañana... realmente, mañana será otro día.

viernes, octubre 15, 2010

¡Un estrés fiestero!

Desde finales de septiembre hasta primeros de diciembre (cuando se enlaza directamente con la Navidad), y especialmente durante octubre, mi vida es cada año una vorágine de cenas, comidas y tartas de cumpleaños. Entre ellas, mi cumpleaños, que es lo más estresante del mundo.
Esta noche, por ejemplo, tengo una cena, mañana libre, y pasado una comida y una cena, uf!
Por otra parte, las cosas por aquí van bien: parece ser que tengo el cumple más o menos organizado, voy controlándome con las tartas y las chuches festivas, y he hecho algunos progresos personales, como por ejemplo, sobrevivir la otra noche a una encerrona en la que me metí yo sola, (¡victoria!).
También he tenido una entrevista de trabajo de aproximadamente 2 minutos (pero con resultado positivo), y estoy andando muchísimo. Además he progresado bastante en mi libro, estoy haciendo el papeleo para retomar el doctorado, y aprendiendo a tocar el Nocturno No. 9 de Chopin en el piano(¡!).
... Y no sé qué hay en el aire estos días, que no paro de escuchar viejas canciones de las Ronettes.

miércoles, septiembre 29, 2010

¡¡PREMIO!!


Chicos, nos vamos otra vez a una entrega de premios.

¡¡Qué emoción!!

¿Qué será exactamente un bonosalud?



lunes, septiembre 27, 2010

Otra vez a empezar


Como hoy es lunes, me ha parecido buen día para retomar el blog. Además, hoy también es el día que he empezado a salir a correr, y como todos sabemos que abandono la mitad de las cosas que empiezo...

En fin. Este último mes y pico ha estado bien. He hecho un montón de cosas (aunque siempre menos de las que me gustaría), he estado de feria, fui a un concierto de El Consorcio (y sus teloneros, un grupo de rock tocaron Jingle Bell Rock!!), salí con If y V, paseé en barca por el río y toqué la sardina gigante, estuve media hora en Madrid, me he fundido (no sé cómo ni en qué) medio sueldo de las dos semanas que estuve trabajando...


Entre medias me han pasado un montón de cosas raras. Por ejemplo, el otro día, parada en un cruce, una mujer que empujaba una silla de ruedas y que esperaba a que se pusiera en verde para cruzar a mi lado, me miraba fijamente. De pronto, la veo que se escarba en el bolso, saca el móvil... ¡y me hace una foto! ¿cómo te quedas? Mueeeerrrrrta.
Al día siguiente, en el mismo cruce, una mujer va y le da una patada al bolso de la mujer que andaba por delante de ella.
Y otro día, pasó un hombre con dos borregos muertos. Ya no podré superar el trauma de la muerte de Norit. Y los niños que había a mi lado tampoco.


También está el primero de los dos días que fui a la feria. Estábamos mi primo y yo subidos a la noria con otras dos chicas que no conocíamos, y comentando que iba demasiado despacio. A las dos vueltas, la noria empieza a coger velocidad, y entonces comentamos que se estaba muy bien, porque sólo daba un poquillo de impresión justo cuando empiezas a bajar (la noria que ponen en Murcia es la más alta de España).

Y entonces digo yo: -Si esto no da miedo; lo aterrador sería que empezara a dar vueltas muy rápida. O peor, que se quedara parada estando nosotros arriba (lo típico que se comenta en la noria).
En un momento, aquello era un viaje típico-tópico-idílico de feria: la música, el aire dándonos en la cara, la ciudad iluminada, un castillo de fuegos artificiales justo encima de nosotros... Y de pronto... chiuuuuuu. Se va la luz de la noria. Nosotros arriba (en un reloj, serían las y cinco), la gente que hay en el suelo empieza a gritar, el resto de la feria sigue con su castillo, su música, su todo, y yo pensando: -Bien, así es como voy a morir, atrapada en la noria.
Supongo que estuvimos sin luz medio minuto pero se me hizo largo, muy largo; los cuatro agarrados a la verja, respirando suave para no mover el columpio.
En fin, el año que viene más.

domingo, agosto 15, 2010

Wifi

No quepo en mí de gozo. He encontrado un sitio relativamente cerca de mi casa con un wifi que funciona!!! Increíble.
Mmmm resulta que ahora que hay red, no tengo nada que contar. La semana pasada estaba más habladora:

La Torre, (¿qué día es hoy?) según el móvil, 4 de agosto de 2010
Queridos todos:
Un año más, me he ido a la playa. Esta vez no me he despedido porque, siendo francos, qué más da. Con lo poco que escribo últimamente, nadie va a notar que no estoy.
Me he venido huyendo de los problemas (y aunque me avergüence decirlo, por consejo del médico). Seguramente cuando vuelva seguirán ahí, más grandes y gordos, después de todo un mes alimentándose a mis espaldas, pero ya les llegará su hora. De momento, me toca pensar en mí y no en ellos; ya se han llevado bastante tiempo de este año.
Desde que llegué no he dormido mucho, no más de lo justo. La cama es incómoda, hay un par de casas en obras a mi alrededor, y esta mañana a las (llamada telefónica estresante) esta mañana a las ocho y media alguien ha tenido la idea de ir con un soplador de hojas, que hace un ruido espantoso, paseándose por toda la calle.
Hemos tenido problemas con la luz, lo que me supuso un número indeterminado de días porque perdí la noción del tiempo, sin tele, sin timbre, sin lavadora y yendo al aseo con una vela. Pero ahora ya está solucionado. Aunque son más de las 10 de la noche y estoy aquí, a oscuras, para que no me ataquen los mosquitos. Bueno, esa no es la verdadera razón, lo admito; lo cierto es que soy una vaga y he dejado que anocheciese teniendo las luces y la tele apagada.
Mañana me espera un día atareado: tengo que comprar otra tapa para el WC, pintar un mural en la pared, comprar comida o algo que cocinar (por eso de comer), y hacer una lista negra con toda esa gente a la que he escrito y/o llamado y no se ha dignado a responder.
¡Hasta el wifi! Un saludo, María.



La Torre, 6 de agosto de 2010
Trece. Trece picaduras de mosquito en 10 minutos limpiando el patio. Tanto picor se agrupa en mi costado, que por picar me pica… todo, me pica todo. Me pica, me pica, me pica, me picaaaaaaaa. Aaaaaaaaaaaaaah me pica muchooooooooooooooo. Concéntrate, María, concéntrate. No sientes picor, no sientes picor, no sientes… síiiiiiii sí que sientes picoooooooorrr, pica, pica, pica, picaaaaaaaaa.
11:41

jueves, julio 15, 2010

Relax, take it easy


Propósito desvanero: recuperar la dinámica del blog y escribir mucho más a menudo (como dicen en la Cuore, revista que, por supuesto, nunca leo :P ).

El sábado pasado se celebró la segunda MTV Night, este año en Caravaca de la Cruz. El día anterior me había acostado a la una, estudiando cotilleos y los entresijos del Mundial para un magazín que grabábamos el sábado en clase, y ese mismo día salí a las 2 del mediodía. Pero eso no impidió que a las 5 y media ya estuviera con cuerpod e concierto y me montara en un coche hacia Caravaca.
Entre unas cosas y otras llegamos allí sobre las 7. Hacía mucho calor, 36º nada menos, pero como era la primera vez que iba al pueblo, no me quejé cuando hicimos un poco de turismo. Fuimos a tomar un helado, me encontré a Yosua haciendo un picnic en una acera, luego hicimos nuestro propio picnic en otra acera, y nos metimos al concierto.
The Leadings no estaba mal, pero no me interesaban; Pig noise no me gusta nada, pero sus canciones son tan absurdas que te las puedes aprender y cantarlas en el momento... y además sirven para hacer amigos.
Si hay algo que me gusta más que ir a conciertos es hacerme amiga-de-concierto de la gente de alrededor. Y no me costó mucho: un par de canciones de Pig Noise cantadas lo lo lo lo lo le le la la la, y algún comentario del plan: "Ahora vamos a cantar nosequé canción", y yo: Vale! Y después Mika!!
Todo eso bastó para meterme en el bolsillo a un chico y una chica muy simpáticos que teníamos delante.
¿Y todo eso por qué? Pues porque el chico medía más de dos metros y me tapaba. Moraleja: si te haces amiga, se pone a tu lado y: A, no te tapa, y B: nadie se pone detrás de ti, pegándote el sudor en la espalda.
Juntos, ellos dos, mi hermana, dos primas segundas y yo, conseguimos avanzar casi 10 metros en menos de 5 minutos. Todo un récord.
En fin, que hay que ir a ver a Mika. Te puede gustar más, te puede gustar menos... pero es francamente divertido.
Tiene un directo muy bueno, y es de esos conciertos en los que no paras de saltar y cantar ni un sólo segundo.
Llegué a mi casa doce horas después de haber salido, reventada, mojada, con dolor de piernas, de espalda, de pies, de alma, con sed, y con mucho, mucho sueño, pero mereció la pena. Sip.

viernes, julio 09, 2010

Una tarde chof

No sufran ustedes, que no me ha pasado nada; sigo vivita y coleando.
¿Es hoy el mejor día para volver a escribir?
Pues seguramente no.
No es el día, porque esta tarde me encuentro especialmente pesimista. No sé, es cíclico; cada dos o tres semanas me entra un bajón, y ha tocado hoy.
No es nada grave, y mañana se me habrá pasado. Simplemente, me frustra mucho estar en paro, hace demasiado calor, no tengo dinero para hacer lo que me apetece, no puedo salir por ahí porque tengo clase a diario, no me sé maquillar bien, no me gusta mi pelo, y no me queda bien la ropa.
Pero mañana dará igual.

viernes, mayo 28, 2010

Medio rato libre para contar que he aprobado unas oposiciones

¡Hola! Os escribo en cinco minutos contados que tengo desde ya, que acabo de llegar del curso, hasta que empiece mi sesión de tele, con Entre fantasmas y Bones (dentro de 4 minutos).
Esta semana ha estado completica. Ha sido una semana de esas de currículums, fotocopias, compulsas y todo eso, derivado directamente del hecho de haber aprobado unas oposiciones de periodista. Sí sí, unas oposiciones al Servicio Murciano de Salud a las que me presenté tras estudiar durante 15 minutos 3 artículos de la Constitución, y sólo porque Lydia me obligó, porque yo pensaba irme a la playa el día del examen. Todo esto es una historia muy larga, que será contada en su momento. Ahora me voy a ver la tele. Talueeeee

sábado, mayo 15, 2010

Otro día D


A mediados de marzo, cuando se me ocurrió lo que va a pasar hoy, tenía una idea muy bucólica del organizador de fiestas. En las películas parece todo muy fácil cuando ves a los organizadores de bodas, hablando por sus pinganillos, tomando notas y dando órdenes. Pero yo no tengo pinganillo y tengo que poner las órdenes en boca de otro para que me hagan caso. Por suerte, lo que sí he tenido son algunos ayudantes ¡a los que les debo la vida!

El curso de producción me ha servido de mucho: he hecho presupuestos, plánings, horarios, listas, cuentas, comprobado las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (por si había que idear un plan B)... También he aprendido a calcular cantidades para una suma grande de gente (alrededor de 60), y algunos trucos para que te rebajen el pedido de fruta.

Además he tenido que lidiar con antiguas rencillas cuya existencia desconocía y con otras que se han avivado, y que hay que sortear de estrangis para que nadie se ofenda ni se entere de lo que has hecho para que no se ofendan.

Todo eso, compaginado con una labor de recolección y grabación de todo tipo de fotografías y vídeos familiares, intentando por todos los medios que todo el mundo apareciera al menos una vez (todavía recuerdo cuando me obligaron a ir a las Bodas de Oro de los padres de mi padre, y se me había ignorado completamente en un pase de fotografías de media hora). También idear una manera de pasar todas esas fotos sin que nadie se aburra (reproducción en bucle en un proyector).
Y todo eso, también, compaginado con una entrevista al consejero de Cultura, un encuentro con mi directora de la tesina que me ha vuelto a poner en marcha un artículo, correos con una profe de la Universidad Oberta, con la que vamos a poner en marcha otro artículo, las interminables horas del curso, la matrícula para otro curso y los cursos de verano de la UCM...

También explotó una tele y su TDT, acabé con lumbago de tanto barrer suelos, y tengo mis serias dudas de que los enganches de la pancarta lleguen de ventana a ventana (y temo muchísimo que mi ordenador o el proyector también exploten).
Pero estoy satisfecha. Parece que todo va a ir sobre ruedas, y todo este jaleo me ha hecho ponerme al día de nuevo.

jueves, abril 29, 2010

Estoy por aquí...

Sólo me paso por aquí para dar señales de vida. Esta semana y la que viene voy a estar bastante ocupada con cuestiones de logística para una macrofiesta que estoy preparando para las Bodas de Plata de mis padres.
También estoy haciendo un curso de Producción y gestión de contenidos audiovisuales, y he plantado unas calabazas.
¡Volveré cuando tenga un rato!

miércoles, abril 21, 2010

Galería de "arte" XIII



Uno de mis barrios preferidos de Murcia es el de San Pedro. No sé por qué, pero me gusta. Tal vez sea porque conserva algo de la sustancia de una Murcia pasada, de la historia, de la tradición. Cualquiera sabe; a lo mejor en otra vida viví allí, en el edificio amarillo, ante el que nunca puedo evitar pararme. Este barrio tiene además una de las procesiones más bonitas de la Semana Santa en la capital.

Un día iba con mi hermana por la calle y pasó el grupo de nazarenos que, en representación de la cofradía, anuncian la procesión e invitan a todo el mundo a ir, y nos dieron una tarjetita con una acuarela del Cristo de la Esperanza. Como hacía mucho que no pintaba nada, hice mi propia versión (igual que siempre, la foto no se ve bien; es más oscuro). También me pareció una buena oportunidad para empezar a pintar personas.

El Santísimo Cristo de la Esperanza, que es como se llama, es el titular de la cofradía, y es obra de Salzillo (1755). Pesa 1.240 kilos y lo llevan 34 nazarenos. La principal diferencia con otros cristos es que, en lugar de mirar hacia la gente, lo hace hacia arriba.

lunes, abril 12, 2010

Después de las vacaciones...

Ahora que por fin ha pasado todo el resacón de las fiestas, ha llegado el momento de retomar los buenos hábitos, de volver a la vida normal.
Aunque siempre es domingo para mí, como decía aquella canción de Gelu, dos semanas de fiesta son unas vacaciones obligadas, que me tengo que tomar aunque me venga francamente mal.
Pero al margen de eso, no han estado tan mal:
La primera semana me vi casi todas las procesiones, lo que conllevó una subida de azúcar tremenda, un desgaste físico importante (muchas horas de pie), y unas fotos muy bonitas.
La segunda semana, la de las Fiestas de Primavera, sí que ha sido decepcionante. Quitando el Bando de la Huerta, por supuesto.
El día del Bando descubrí que mi verdadera vocación en la vida es ir paseando por Murcia montada en una carroza. Ojo, subida en una carroza por la mañana, porque el momento del Bando, propiamente dicho, es demasiado estresante como para ser la vocación de nadie.
Para los de fuera, diré que el Bando es un desfile en el que se pretende mostrar tradiciones, labores y demás, típicas de la huerta. Después de los señores que labran, las mulas, los gusanos de seda, las reinas de la huerta, las señoras del bolillo y todo eso, vinen unas carrozas desde las que se reparte comida y bebida al público.
Desde dentro es completamente terrorífico.
Pasé una tercera parte del desfile escondida, aun a riesgo de manchar mi refajo. Cuando los cobardes conseguimos reunir valor, volvimos a asomarnos y a repartir salchichas, longaniza, morcillas, pan con sobrasada, vino, tostones, habas, patatas con ajo... cuando le coges el tranquillo es divertido.
La pena es que no llevábamos mucha comida para un recorrido tan largo y no podíamos dar todo lo que nos pedían hasta la Gran Vía que, como todo el mundo sabe, está la tele y es cuando estábamos autorizados a tirarnos a nosotros mismo si queríamos.
Estuvo bien; es una buena forma de vivir el Bando.

miércoles, marzo 24, 2010

Cuatro años

Tal día como hoy, aunque viernes, hace cuatro larguísimos años, empezó todo.
Empezó en una clase de Tecnología de la Información y la Comunicación, con dos líneas y media, una corta presentación, y un sencillo "Bienvenidos!!".

jueves, marzo 18, 2010

Feliz cumpleaños


Hace meses, cuando fue mi cumpleaños, decidí no cumplir 24 sino 21 bis. Fue una de esas tonterías pre y post cumpleaños, que justifiqué diciendo que, desde la graduación, el tiempo me había sabido a poco y que iba a recuperarlo.

La tontería no fue a más,principalmente porque nunca me acuerdo de cuál es mi verdadera edad, pero el caso es que por fin, anoche, cumplí 24 años.


Después de hacerme mucho de rogar, salí a cenar con unos amigos y compañeros de la tele, de cuando trabajábamos en el Ven y cuéntame. Yo me fui de la tele en cuanto terminamos el programa, pero casi todos ellos todavía trabajan allí o lo han hecho hasta hace pocos meses.


El caso es que, tras la pregunta de rigor (¿tú qué haces ahora?), yo poco más tenía que decirles. Ellos seguían gastando las mismas bromas, hablando de la misma gente, de las mismas puñaladas traperas, de los trepas, los enchufes, la gente que no trabaja, los programas nuevos, los que terminan, los líos entre los presentadores, la gente que ha entrado nueva y los que se han ido.


Comprobé con gusto que había olvidado nombres y caras y, sobre todo, que no me importaba. Desde que me fui, tras esos absorbentes 6 meses (¡ni que fuera toda una vida!), mi vida ha girado en torno a otros temas, proyectos y personas.

Ayer vi que yo sí que había cumplido 24 años.

miércoles, marzo 17, 2010

Poesía

La semana pasada dedicamos toda la clase de Creación literaria a la parte que más me gusta de la poesía: la métrica.
Sé que es raro, pero es así. No me gusta la poesía, me aburre y no la entiendo. Lógicamente, hay poemas de Machado, Miguel Hernández, Bécquer y algunos más, que es inevitable que gusten. Pero por lo general, sólo acepto aquellas poesías que tengan rima y, sobre todo, que sean métricamente correctas. Me gusta el soniquete que tienen, como aquello de: La princesa está triste/¿qué tendrá la princesa?... o Con diez cañones por banda/viento en popa a toda vela...
O mejor aún, las rimas de los caramelos de Semana Santa:

Quisiera ser pajarito
para en tu boca picar
Pero como soy caramelo
tan sólo me vas a chupar.

Por eso he pasado tremendamente aburrida las últimas clases y escribiendo cosas sin sentido. Admito que no se me da nada bien escribir sobre sentimientos, y parece que todos los poemas tengan que hablar de ellos. Por eso, ante la falta de sentimientos, me vi completamente incapaz de escribir los poemas que pedía el profesor, de versos libres y sueltos, hasta el otro día, donde por fin pude inventar un sentimiento y camuflar su falsedad entre métrica y rimas.

Porque digo yo: ¿qué sentido tiene un poema si no rima, si no mide lo que tiene que medir y si encima te inventas lo que dices?
Si hay algo que se me da realmente bien, hablando de poesía, es medir versos; no conozco nadie que los mida más rápido que yo. Por eso, una vez puesto el chip cursi en mi cabeza e inventado una falsa historia, sólo me llevó un par de minutos escribir esto:

Cae la tarde con melancolía
cae la tarde y otro día se va
Se va el día y con él mi alegría
se va porque ya no te veo más.

Es cutre, repetitiva y mala, pero tiene una métrica prácticamente perfecta.

Buena poesía, de verdad, aquí.

miércoles, marzo 10, 2010

Castellón

Tranquilidad, gente, que ya estoy de vuelta.
El misterioso viaje (si no escribo las cosas misteriosamente carecen de todo interés) era a Castellón, a visitar a mi tía Carmen y su gente, que viven allí. Como ven, el viaje no tiene ningún misterio.
Era un viaje que llevaba un par de meses queriendo hacer, y que empecé la semana pasada tratando de huir. ¿De qué? De todo. Pensaba pasarme allí una temporada, tal vez un par de semanas, para meditar, pasear sin rumbo, perderme en calles desconocidas y quién sabe qué más. Pero, como dicen en Nada, una novela que me ha acompañado (¡literalmente!) durante el viaje, "de nada vale correr si siempre ha de irse por el mismo camino, cerrado, de nuestra personalidad". Y esta frase acudía una y otra vez a mi mente, tras cada plan frustrado. Así que, cuando había hecho mi visita y tras admitir que no iba a llevarme NADA de allí, me vine.
Llegué a Castellón el viernes, ya que las fiestas de la Magdalena empezaban el sábado. Desde que llegué, empecé a lamentar uno de los defectos de mi tía (que aunque la quiero un montón, los tiene), y es que tiene como mayor deseo en la vida que me eche novio. Lo que yo no sospechaba era que ella quería que fuese durante las fiestas. Así que desde que pisé la ciudad (o antes; yo diría que desde que subí al taxi), tuve la sensación permanente de que mi tía trataba de venderme a todos los hombres menores de 35 años que nos cruzábamos: el taxista, el de la farmacia y hasta un peluquero (que yo juraría que era, no gay, sino muy gay) tuvieron que escuchar que estaba soltera, en edad de merecer (como decimos por aquí), y que estaba disponible para ir a las fiestas, sobre todo las nocturnas.
Otro defecto es que habla. Habla muchísimo. Cuenta cosas de su infancia, de ayer, de mañana, del uno, del otro, de gente que conoces, de gente que no... con un ansia por contar todo exactamente que vuelve sobre sus palabras para corregirse... Cuando viene de visita está bien, pero cuando estás cuatro días sin poder hablar (porque te corta para seguir hablando), te abruma.
La primera noche no salí. Haberse levantado a las 5 es una excusa perfecta.
El siguiente día estuvo bastante bien porque mi prima, que es profesora en Cataluña, llegó el viernes noche. Fuimos a ver la mascletá desde una distancia poco prudente: una traca como las que hacen aquí cuando suben o bajan a la Virgen, con algo más de fuerza al final. Esto, por supuesto, no lo dije en voz alta (porque hubiera podido morir), y tuve que hacerme la sorprendida para integrarme en el grupo. Luego comí fuera con mi prima (mi tía se enfadó porque tardamos mucho). Después mi tía me obligó a dormir la siesta (para que pudiera salir más tiempo por la noche).
Por la tarde fuimos a la feria con el niño (en la casa había un niño), una amiga de mi prima y su hija, y otra amiga. Volvimos a por la cena (un bocadillo demasiado grande), fuimos a ver el castillo de fuegos artificiales, volvimos, y nos fuimos de fiesta a un par de collas.
Las collas son como las tascas, pero que sólo las abren en las fiestas. ¡Ah! y montadas y mantenidas por un grupo de amigos. Dejé a un lado mis prejuicios (por el tema de salidas de incendios, controles sanitarios y demás) y traté de pasarlo bien. Y así hasta las 6 y 20 de la mañana, cuando regresé a la habitación helada (porque en esa casa, aunque hiele, siempre hay ventanas abiertas). Diez minutos después empezaba la despertá de cohetes para ir a la romería.
Ese día era fiesta, y estaba casi todo cerrado, así que la salida fue por la tarde, cuando mi prima ya se había ido, y mientras llovía, a buscar una farmacia de guardia durante dos o tres mil horas. Ese medio día habíamos comido lomo braseado porque mi tía se empeñó en que cocinara yo. Yo avisé. Pero estaba bueno. Cuando mi madre llamó, inventé la conversación para que pareciera que me estaba mandando volver (por suerte, el martes era el cumpleaños de mi padre). Tenía que volver a Murcia costase lo que costase.
Cuando compré el billete me pareció genial tener sólo el de ida, pero tengo que admitir que es una vía de escape genial y segura, y no volveré a viajar sin él en muuuucho tiempo. La razón: mi tía se tomó como una ofensa personal que me marchara tan pronto, y trataba por todos los medios de que me quedara y/o me sintiera muy culpable.
El lunes fuimos, desafiando a la congelación, a ver el desfile infantil, que es como el Bando infantil, pero peor. Por suerte, en una hora nos fuimos y pude ver algo de la ciudad, aunque seguía estando todo cerrado. Por la tarde, el primo de mi madre, el padre del niño, nos llevó a Benicasim y pude ver el mar durante unos minutos. Luego fuimos a la estación y compré el billete.
Ayer, me pesa en el alma decirlo, ocurrió un milagro y el niño y yo pudimos salir solos a la calle. Compramos algunos regalos, correteamos por ahí, tomamos un aperitivo, y tomamos el sol, aprovechando los últimos minutos libres hasta la una, cuando comimos lo mismo de siempre y me vine.
En la estación, charlando con un señor de Cartagena, recuperé mi acento murciano; luego entré en calor y me volví a mi casa, al punto donde estaba cuando me marché. O casi.

jueves, marzo 04, 2010

Otro retiro espiritual

La verdad es que parece que ya le estoy echando morro a eso de los retiros espirituales, como el que empieza mañana.
Pero oye, si algo bueno tiene que tener aquello de estar en standby, en tierra de nadie, entre dos mundos o sencillamente, en paro, es poder irte por ahí cuando te venga bien. Eso, además de algo que he descubierto recientemente: la satisfacción de comprar sólo un billete de ida. ¿Qué más dará cuándo vuelva?

martes, marzo 02, 2010

Málaga Cap. IV

Como es la semana previa a un viaje, creo que es el momento de ir cerrando cosas pendientes. Entre ellas, el viaje a Málaga, aunque ya seguramente ha perdido el poco interés que pudiera tener. En fin, ahí va.

5.feb.2010
14:50 Visita frustrada a la cueva de Nerja. ¡Pero el pueblo ha merecido la pena! No abren hasta las 4 y no tengo tanto tiempo :(
Pico algo y me vuelvo a Murcia.






Después de mi exposición en el congreso, lo ideal habría sido quedarse conociendo gente, porque una vez que expones se te acercan muchas personas para comentarte cosas. pero tuve la mala suerte de que era el final del congreso, y tras el desayuno sólo había reuniones y juntas a las que no iba a asistir. Así pues, desayuné, tuve una animada charla sobre los alvinos con dos amigos, sustraje sutilmente un zumo del bufet (no tenia tiempo de ir a comprar), y me fui a Nerja.

El viaje hasta Nerja fue bastante malo; una cantidad de camiones, de obras, el sol de cara, túneles, curvas... pero mereció la pena. Al llegar, casi lo primero que me encontré fue el barco de Chanquete, que estaba en el Parque Verano Azul. Por supuesto, me paré.

Luego fui hasta la playa y, de camino al coche, compré una postal. En ella, se veía el Balcón de Europa, así que le pregunté a la dependienta el camino, y me fui a verlo. El sol había vuelto a salir.

Como no me apetecía comer nada, cogí el coche y me fui a buscar la cueva. Pero llegué tarde, así que, o esperaba hora y media hasta que abrieran, o me iba sin verla. Llamé a mi madre, esperando que me dijera: "veeenga, quédate allí esta noche, que no puedes venirte sin ver las cuevas". Pero en realidad lo que dijo era esto: "¡¡Vente cagando leches pacá!!". Así que me fui.

Pero resulta que una vez que había dejado tan lejos la autovía, todavía quedaba mucho camino por recorrer de costa, y vi un cartel que anunciaba ALMUÑÉCAR. Así que como aunque intento ser buena persona, tengo espíritu vengativo, hice una última parada allí, que es el lugar favorito de mis padres, para hacerme un par de fotos y mandárselas al móvil.

Cuando cogí la autovía, todas las cuestas, curvas, obras, túneles y demás de todo el viaje se vieron anuladas por la peor carretera que ha construido el ser humano. En ella, cruzas precipicios interminables, rodeada de montañas altísimas, y con un aire que movía todos los coches hacia los lados. Horrible. Horrible.

Luego, por fin, salí al tramo de autovía conocida, con unas vistas preciosas de Sierra Nevada y todo eso, paré (pero lo escribí en un folio suelto y, por supuesto, se ha perdido), y conduje hasta las mil para llegar a mi casa.
FIN

jueves, febrero 18, 2010

Málaga Cap.III







Si la primera noche no había dormido nada por culpa de mi insomnio natural, unido a un terrible dolor de estómago, la segunda no fue mucho mejor. La lluvia y el viento golpearon durante horas mi balcón, alimentando mi miedo a morir atravesada por cristales gigantes. Ese día planeaba saltarme la mañana de congreso e irme por ahí a explorar.

4.feb.2010
8:21
Lleva por lo menos desde las 6 lloviendo y con un viento horrible, así que mi plan de subir a la Alcazaba y comer en la playa se ha esfumado.
Voy a disfrazarme antilluvia y me voy a ver todos los museos que me cerraron ayer. ¡Y a ver si compro algunas postales!


13:03

He llegado hace un rato al hotel. Al final el tiempo ha mejorado bastante y he podido ver todo lo que querá por el centro. Mañana sólo me faltará ir a la playa.
He subido a la Alcazaba, he ido a la casa de Picasso, luego al museo, he comprobado que Picasso no me gusta mucho...
Luego he ido a la catedral, deonde me han clavado 4 euracos para entrar. Pero es muy bonita.


























Llegué algo cansada al hotel, pero el sol empezaba a brillar. Así que me duché, y me fui a la playa de El Palo a comer una tortilla de gambas con patatas fritas, mientras se me secaba el pelo.

Pdt.: Hace un momento he comprobado una ida de olla tremenda. La fecha correcta de estos días es del 2-5 de febrero, no del 9 en adelante. ¿Qué me pudo pasar? En fin, la cambio.

lunes, febrero 15, 2010

Noche de Juanma

En las noches de Juanma puede pasar cualquier cosa, eso ya lo tenemos más que asumido. Puedes acabar bailando en un bar gay, llevar unos zapatos de purpurina roja, cruzar el centro de Murcia empujando un carrito de la compra lleno de amigos... pero nunca pensé que acabaríamos con la policía. Bueno, tal vez el día del carrito... pero no.
El viernes, las fuerzas de la naturaleza se aliaron contra mí durante todo el día, lo que dio como resultado un coche destrozado y, colateralmente, el robo de mis patines.
Mi móvil no funcionaba muy bien, así que lo llevé a la tienda, con lo que el viernes yo llevaba mi móvil de El Señor de los Anillos, cosecha del 2005. Traducido, significa que perdí el teléfono de la gente a la que llamo habitualmente.
Cuando fui a recoger a Ludovica, el paso a nivel que te lleva hasta su barrio estaba cortado. Traducido, significa que llegamos al Juanma media hora tarde. Traducido, significa que no aparcamos en la puerta, como siempre, ni en el descampado de enfrente, como casi siempre, sino dos calles más allá, como alguna vez.
A las 11 nos íbamos a Alcantarilla a tomar algo, pero era el cumpleaños de Lydia, que trabajaba de camarera esa noche, así que nos quedamos a esperarla. Traducido, significa que regresamos al coche a las 2 y cuarto.
A veces dejo el CD puesto, pero el viernes lo guardé en la guantera, bajo llave. Traducido, significa que, además de las dos cerraduras de delante y la del maletero, arrancaron también la de la guantera. Por supuesto, ni que decir tiene que todo el salpicadero también estaba arrancado.
Cuando cumplí 14 años, mi madrina me regaló unos patines. La mochila donde los guardo se había picado un poco, y un asa se había descolgado, así que, para no cargar con ellos sobre un hombro para ir a patinar al Malecón, el jueves decidí dejarlos en el maletero del coche, porque el garaje me pilla a mitad de camino.
Aunque vuelva tarde, suelo aparcar en el garaje pero, con la noche que llevaba, preferí dejar el coche en la puerta de mi casa, no fuera a ser que me atracaran por el camino. Al día siguiente, sábado, tenía que ir a las 9 a la comisaría a que tomaran las huellas. Esa noche llovió.

viernes, febrero 12, 2010

Málaga Cap.II

Ahora que he sobrevivido a un nuevo constipado, seguimos el viaje por tierras andaluzas.
La primera noche había una recepción en el Ayuntamiento, así que me arreglé un poco y fui para allá. Llegué bastante puntual, y sólo había un señor esperando. Como era evidente que esperábamos lo mismo, empecé a hablarle. Al rato, me presenté:
-María González, de Murcia.
-Juan José Igartua.
-¿De "Igartua y Humanes"?
-Sí.
-¡¡Pues he leído un montón de cosas suyas!!
Lo de romper el hielo se me da bastante bien.
Al final me fui, diez minutos después, con una jaqueca horrible. Era previsible después de un viaje tan largo. Nunca en mi vida había estado tanto tiempo concentrada en algo...
3 de febrero de 2010
20:20
Durante la última hora me he dedicado a patearme el centro y a molerme los pies contra los adoquines.
He comprado Roscón de Reyes, una especie de mantecados, pasas moscatel y otros dulces, y ahora voy a ir a cambiarme para ir a cenar a Cheers; como allí todo el mundo conoce mi nombre...
Seguramente vuelva en taxi. Tanto sexshop en 3 calles da que pensar...
Interesante el postre charlando con Rodrigo Alsina.
Antes de irme, mi madre me dijo: "llévate bastante dinero, que tengas para comer", y yo le dije: "tranquila, sólo voy a comer postres". Era broma, claro, pero aun así no pude resistirme a probar los dulces que veía, y de paso, traerme algunos para ellos.
La segunda noche, fui con unos amigos a cenar a Cheers, que es un intento de réplica (no es exacto pero sí muy parecido) del Cheers de la serie, con su Noooorm en la barra, su indio, su mesa de billar, sus dardos, sus vidrieras, y todo. A la vuelta, pensaba coger un taxi aunque fuera para tres minutos, y tiene su explicación:
El primer día, mientras buscaba aparcamiento, me fijaba en cosas llamativas de las calles para no perderme (estoy mejorando mucho). Una de ellas, no por nada, sino porque me llama la atención, era un sexshop. El caso es que me lo encontré donde no debía estar... y luego otra vez, y luego otra, y otra... porque era una franquicia del sexshop Amsterdam, que debía ser propietario de todos los bajos de mi manzana. Mis amigos, súper amables, insistieron en acompañarme, a pesar de que chispeaba, hasta mi misma puerta (seguramente no se terminaban de creer lo que les estaba contando...).
En cuanto al postre del mediodía, lo tomé charlando con Rodrigo Alsina, una eminencia en mi campo de investigación (por cursi y pedante que pueda parecer esta frase), y que había cometido el error de sentarse solo en una mesa. Ajá, ésta es la mía. Entre que no sé comer de pie (en serio, una mano para el vaso, otra para el plato... ¿cómo comes?), que estaba deseando sentarme, que iba cargada como una mula, y que tenía interés en hablar con él... "Perdone, ¿le importa si me siento?".
Y hasta aquí por hoy. Disfruten del Carnaval.

domingo, febrero 07, 2010

Málaga Cap.I

Como algunos de ustedes ya saben, el martes partí hacia Málaga para participar en el II Congreso Internacional de la Asociación Española de Investigación en Comunicación.
Como era mi primer viaje en solitario por carretera, aproveché para hacer turismo y estrenar ese maravilloso libro de viajes que llevaba años pasando de un estante a otro. La cursiva es lo que escribí.

2 de febrero de 2010
8:45 GPS conectado. ¡Salimos
!

Todo esto después de esperar casi media hora a que algún vecino pasara por el garaje, porque mi padre había olvidado la llave de la puerta en el otro juego de llaves.

10:42 Entre dos aguas me ha traído hasta Vélez Rubio. Callejeo en coche (horrible, ¡qué estrecho!), un par de fotos, café en el bar Cortezas, 4’5 grados. Callejeo en busca del coche (¿dónde lo puse?).

Vélez Rubio es un pueblo muy bonito que hay a unos 100 kilómetros de Murcia, coronado por una iglesia gemela de la del Monasterio de los Jerónimos. Cuando íbamos y veníamos de Jaén el año pasado, siempre pedía parar a visitarlo, pero no paramos ni una sola vez, porque mis padres nunca se desvían de los caminos pactados. Pero yo siempre voy picoteando de todas partes.

11:46 Mini parada para pegar un bocado del sándwich en Baza, con nieve alrededor.




13:02 Parada enfrente de Chenchina, con un montón de nieve al fondo.

A eso de las tres y media llegué a Málaga, sin hacer una parada en Loja porque estaba completamente aterrada (aunque el verdadero terror lo experimentaría unos días más tarde, a la vuelta, pero eso es otra historia). Cuando uno piensa en Málaga se imagina un sitio plano (claro, ¡si está en la playa!), pero para llegar hasta ahí hay que atravesar unas montañas muy chungas, que bajas con el coche con pendientes de 6 ó 7% durante varios kilómetros seguidos. Para alguien de Murcia capital, un sitio cuya rampa más pronunciada es la del aparcamiento de El Corte Inglés, esos kilómetros, viendo Loja al fondo de un barranco, son de los peores de su vida.
Llegué a la ciudad, aparqué, arrastré mi equipaje algunas calles, me perdí, volví al párking, me acerqué algún kilómetro más al hotel, aparqué otra vez, arrastré todo mi equipaje…

17:20 Hace ya media hora que tenía que haber ido al parkímetro; espero que no me hayan multado. Voy a buscar la Universidad.
La busqué y la encontré, volví, conduje una hora hasta poder volver a aparcar, y me fui a ver Málaga. Y entonces encontré un lugar donde todo el mundo conocía mi nombre…

lunes, febrero 01, 2010

Me voy me voy me voy

No, no me ha poseído el conejo de Alicia en el País de las Maravillas.
Mañana empieza mi primer viaje largo por carretera.
Siempre he querido cruzar los EEUU en un descapotable en plan Thelma y Louise, Elizabethtown o algo por el estilo pero, por algo hay que empezar!! ¡Tampoco hay que irse tan lejos, teniendo aquí mismo un país entero por recorrer!
Así que mañana a estas horas estaré quemando los algo más de 400 kilómetros que me separan de mi destino.
Volveré!!!

lunes, enero 18, 2010

Contando kilómetros y galería de "arte" XII

Esta Navidad le pedí a los Reyes un cuentakilómetros para la bici, y Papá Noel se adelantó y me lo trajo. Tras varios días de estudiar el manual, medir distancias entre rueda-transmisor-receptor (el imán a menos de 0'5 cm del transmisor, que está en un radio, y el transmisor a menos de 65cm en línea recta del receptor, que está en el manillar, luego lo pones en hora, miras la medida de tu rueda y eliges qué programa le va, pones el cuantakilómetros a cero, averiguas cómo se mete y se saca del enganche, pones las abrazaderas, te alegras de no haberlas ajustado bien porque tienes que sacarlas, que ahí no eran, las vuelves a poner y, esta vez sí, las ajustas muy fuerte...) después de todo, conseguí instalarlo yo sola y, lo mejor de todo, funciona perfectamente.

Desde entonces, he recorrido 52km en bicicleta, repartidos en 28'44 (sobre hielo y a 2 grados), 5'7 (sólo por el Malecón), 7'57 (ayer, para hacer un recado), y algo más de 9'68 porque me olvidé de pulsar el botón del nuevo cuentakilómetros a tiempo (hoy, a las 9 de la mañana, bajo amenaza de lluvia y con un frío que me congelaba las orejas, hasta que me he puesto las orejeras, pasando del ridículo. Total, el casco ya es de risa él solo, ¿qué más dan unas orejeras de peluche lila?).




Pdt.: Papá Noel también me trajo otra cosa que le pedí a los Reyes, y bastante mejorada, por cierto. Donde pedí 4 ó 5 botes nuevos de pintura, me trajo un maletín entero, con pinceles, paleta, trapo y barniz. Y claro, ¡había que estrenarlo!

martes, enero 12, 2010

En tierra de nadie


Nadie había definido mi estado mejor que el señor que me ha atendido esta mañana en el Vicerrectorado de Investigación: “ahora mismo estás en tierra de nadie”.
El caso es que algo que debería causarme por lo menos inquietud, tras el primer segundo de pánico, me ha dado la alegría del día. En tierra de nadie, en el limbo, en un paso fronterizo, en el silencio entre canción y canción, en la hora de las brujas, en las campanadas de Año Nuevo, en tierra de nadie.
No es necesariamente malo estar en medio de dos cosas, ni aquí ni allí. Debería, al menos, darme algún tiempo para pensar. O para actuar. O para tomar otro rumbo. Al fin y al cabo, nadie va a reclamarme…