Después de comer, cometimos el primero de los grandes errores del viaje: seguir el plano para ver el templo de Debod. Eso es algo que nos hubiera llevado 15 o 20 minutos desde donde estábamos pero, como ya he dicho, yo seguía el plano. Últimamente he mejorado bastante mi orientación porque he descubierto el truco: soy muy buena “encontrando” lugares, siguiendo direcciones y memorizando cosas que hay que ver por el camino, pero soy pésima si pretendo ir calle por calle exactamente como marca el plano. Así que dimos todos los rodeos posibles y, después de casi una hora, llegamos al Maldito Templo (como será conocido ya para siempre). Cuando ya estábamos llegando, casi me parto una pierna con un pilón, pero no lloré, y seguí adelante (o arriba porque, encima, el Maldito Templo está en alto!!). Muy chulo. Pero para cuando llegamos, ya habían cerrado y no abrían hasta una hora y pico después así que… para abajo.
Tiramos hacia el hostal, discutí con mi prima porque quería ir en metro y yo le decía que teníamos que andar más bajo tierra que por la calle… y gané. Descansamos un rato y salimos otra vez a la calle.
Se empeñó en que la llevara a Tiffany’s. Seguramente lo hizo por agradarme, pero lo cierto es que ¿para qué iba a volver a Tiffany’s? Además, en diciembre no entré porque iba calada hasta los huesos y en sitios así no dejan entrar a gente que no es capaz de coger un paraguas un día que amanece completamente nublado y a sus dos compinches (Ludovica y Ginés), igual de mojados. Y ahora, francamente, una falda-pantalón tampoco me parecía lo mejor para llegar allí y decirle al que le hubiera tocado a suertes atenderme: “Deme lo más barato que tenga siempre que no pase de 60€”. Pero fuimos, seguimos las indicaciones de gente muy amable (en contra de la opinión de Ludovica acerca de los habitantes del barrio de Salamanca, que casi le sacan los dos ojos cuando fuimos en diciembre), y llegamos al escaparate.
4 comentarios:
Si es que el templo ese tenían que haberlo puesto en Elche, que es donde pensaron ponerlo: http://datilconmaletas.wordpress.com/2009/02/15/templo-de-debod/ http://www.trivago.es/madrid-32027/monumento/templo-de-debod-154535/articulo-e150296 Y donde hay un clima, un paisaje más parecido a Egipto, donde se conservaría mejor y sería más fácil de encontrar. Pero claro... Ya sabemos lo que pasa con estas cosas.
que pija, a Tifannys...
a mi el templo me encantó, aunque despues de haber estado en egipto no se si volveria.
te cuento una anecdota, estando en los jardines proximos a ltemplo, yo, y el que fue mi novio en ese momento (y durante muchos años), estabamos sentado en un banco cuando vino un fotografo y nos pidio si podiamos abrazarnos y él hacernos una foto, que habia una puesta de sol muy bonita y era para una revista. No se si era verdad, pero me abracé a mi novio y toma fotito!! nunca la vi, pero me hubiera gustado.
saludos.
Dentro de 50 años la subastarán, como la de Doisneau hace unos años y entonces saldrás tú, viejecita, a reclamar, jejeje.
Amelche, con el templo pasa lo mismo que con todo; se supone que es más fácil que la gente vaya a Madrid. Lo bueno es que los de fuera conocemos más cosas que los que están allí.
Le recomiendo un libro interesante: “Porque los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas ”. Allan y Barbara Pease.
Lo mejor del Templo de Debod son las inscripciones de todas las épocas en sus piedras.
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