Anoche fui al preestreno de Julie y Julia, la nueva de Meryl Streep y Amy Adams.
Todavía no sé si me gustó; es de esas películas que me tengo que pensar si me gustan o no unos días después de verlas.
La película cuenta la historia de la cocinera televisiva Julia Child, en los años 40 y de la treintañera-fracasada-en-la-vida, en el 2002. Tanto una como otra estuvieron nominadas en los Oscar del año pasado, aunque claro, para Meryl Streep no tiene ningún mérito, porque siempre está nominada.
El caso es que la película está bien, en general, pero tiene un par de cosas que no me terminan...
El caso es que la película está bien, en general, pero tiene un par de cosas que no me terminan...
Por ejemplo, está dirigida por Nora Ephron, directora de pelis como Tienes un e-mail o Embrujada que, vale, se pueden ver un domingo por la tarde comiendo tostones, pero tanto una como la otra tienen (o no tienen) algo que hace que no cuajen.
Por otro lado, la actuación de Meryl Streep resulta bastante rara, así como si estuviera borracha todo el tiempo. Por supuesto, no es que esté borracha y, de hecho, son esos movimientos casi espasmódicos y ese acento de personaje siniestro de los Simpson los que le dieron la nominación, porque la verdadera Julia era así de rara. Pero claro, ¡en España no hemos visto nunca el programa de Julia Child!
Otra cosa extraña de ver es que por lo visto la tal Julia era una giganta, y por eso cuando Meryl Streep está en una cocina, siempre te crees que está sentada o subida un taburete o algo, y cuando alguien la acompaña en esa misma cocina, la encimera le llega algo más arriba, con lo que nunca sabes si está de pie o qué. Además, se han empeñado en rodearla de personas más bajas, como Stanley Tucci, que unas veces es un gnomo y otras una persona normal (¡y encima hasta mitad de la película no sabes si es estadounidense como ella o francés!).
Para exagerar la altura, también le ponen a Julia unos zapatos descomunalmente enormes. Una cosa es llevar tacones, y otra que te pongas unos zancos y unas plataformas, y a la vez te quejes de que el lavabo es muy bajo.
Pero es que para colmo, cuando la ves sentada en un restaurante con otras personas, se nota un montón que le han puesto otro asiento bajo la falda porque, no es sólo que le veas el cuerpo un tercio más largo que el de cualquier otra persona, sino que en una escena incluso se nota el asiento a través de la falda!!
Y ya para terminar, todo esto tiene como consecuencia que para el papel de la hermana, fruto de exagerar tanto la falsa estatura de Meryl Streep, sí que han tenido que contratar a una giganta de verdad, completamente desproporcionada, que tiene por marido al señor más pequeño del mundo, con lo que todo queda raro de más.
Y ya hablando de otras cosas, Julie decide, por unos u otros motivos que no voy a contar, escribir un blog sobre cierto tema, como un reto, como algo estable en su asco de vida; algo que por fin no vaya a dejar a medio.
Y viéndola recordé la emoción de cuando recibí mi primer comentario, y la sensación de no saber exactamente cuánta gente te lee, si es que te lee alguien, y el estrujamiento mental que supone tratar de escribir cada vez mejor para tus lectores, sean 2 o sean 1000.
Y viéndola recordé la emoción de cuando recibí mi primer comentario, y la sensación de no saber exactamente cuánta gente te lee, si es que te lee alguien, y el estrujamiento mental que supone tratar de escribir cada vez mejor para tus lectores, sean 2 o sean 1000.
Y pensé en el camino que ya he recorrido con el desván y el que queda (si es que queda) por recorrer.
Y decidí que tal vez ha llegado el momento de ir cerrando frentes abiertos y, cuando estén atados y bien atados, empezar un nuevo camino, con un rumbo diferente.
Pdt.: Recomiendo ir al cine con el estómago bastante lleno.
3 comentarios:
queda hija, siempre queda, no cerramos el chiringuito nunca, por mucho que a veces queramos.
con esta critica no me has convencido mucho de ir a verla...
saludos.
No sé, he leído y escuchado ya varios comentarios sobre esta película y no sé si me gustaría o no.
Grande María, grande!!
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