A mediados de marzo, cuando se me ocurrió lo que va a pasar hoy, tenía una idea muy bucólica del organizador de fiestas. En las películas parece todo muy fácil cuando ves a los organizadores de bodas, hablando por sus pinganillos, tomando notas y dando órdenes. Pero yo no tengo pinganillo y tengo que poner las órdenes en boca de otro para que me hagan caso. Por suerte, lo que sí he tenido son algunos ayudantes ¡a los que les debo la vida!
El curso de producción me ha servido de mucho: he hecho presupuestos, plánings, horarios, listas, cuentas, comprobado las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (por si había que idear un plan B)... También he aprendido a calcular cantidades para una suma grande de gente (alrededor de 60), y algunos trucos para que te rebajen el pedido de fruta.
Además he tenido que lidiar con antiguas rencillas cuya existencia desconocía y con otras que se han avivado, y que hay que sortear de estrangis para que nadie se ofenda ni se entere de lo que has hecho para que no se ofendan.
Todo eso, compaginado con una labor de recolección y grabación de todo tipo de fotografías y vídeos familiares, intentando por todos los medios que todo el mundo apareciera al menos una vez (todavía recuerdo cuando me obligaron a ir a las Bodas de Oro de los padres de mi padre, y se me había ignorado completamente en un pase de fotografías de media hora). También idear una manera de pasar todas esas fotos sin que nadie se aburra (reproducción en bucle en un proyector).
Y todo eso, también, compaginado con una entrevista al consejero de Cultura, un encuentro con mi directora de la tesina que me ha vuelto a poner en marcha un artículo, correos con una profe de la Universidad Oberta, con la que vamos a poner en marcha otro artículo, las interminables horas del curso, la matrícula para otro curso y los cursos de verano de la UCM...
También explotó una tele y su TDT, acabé con lumbago de tanto barrer suelos, y tengo mis serias dudas de que los enganches de la pancarta lleguen de ventana a ventana (y temo muchísimo que mi ordenador o el proyector también exploten).
Pero estoy satisfecha. Parece que todo va a ir sobre ruedas, y todo este jaleo me ha hecho ponerme al día de nuevo.
5 comentarios:
Hola María 2 :-)
Dios que lío que tienes!!!
Yo creía que era la más ocupada de las almas, pero veo que otras me acompañan y me alegro.
Besos a los de ese grupo tan grande y guay, el más fuerte para tí.
María 1 :-)
Bueno, bueno, veo que has estado bastante atareada... ¿Y cuándo es el gran día? ¿O no se puede decir aún?
Las bodas de plata de mis padres consistieron en una comida en el campo. Ni fotos, ni pancartas, ni nada de nada. Comer, pasear, tomar el sol. Relajante.
If, esto también ha sido una comida en el campo. Lo que pasa es que somos muchos de familia y nos gusta armar jaleo... así que las Bodas de Plata sólo eran una excusa para juntarnos.
Amelche, el gran día... el sábado pasado :P
MAría 1: otro vesazo enorme. Nos vemos el jueves!!
¿habrás adelgazado, no? con tanto ajetreo... :-)))
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