Regreso a Fraggle Rock

Esta mañana me he levantado con energía y menos de dos horas después (necesito tiempo para reaccionar por la mañana) me he puesto a limpiar la habitación. Pero no era una limpieza cualquiera, sino una limpieza a fondo. Eso significa que ahora son las 12, que estoy super cansada, y la mitad de la estantería está encima de la cama. Tengo todavía 12 horas para quitarlo, así que me he puesto a explorar en mis cosas.

He encontrado mis fotos de Fraggle Rock, que yo creía perdidas para siempre desde que nos mudamos aquí, y que en cuanto pueda llegar hasta la pared las colgaré como hice con la única que estaba en mi poder hace tres años, cuando hice una meticulosa selección de lo que se podía pegar en la pared de mi nueva habitación. Me he alegrado tanto de verlas... Parece increíble que unos trozos de papel sobrevivan sin apenas arrugarse durante más de 15 años.

También he encontrado un papelucho viejo, arrugado y tomado de color, que ha resultado ser una invitación de boda entre Nick Carter (el de los Backstreet Boys) y mi amiga María, que debió escribir en un ataque de locura adolescente. También me he alegrado de encontrarla porque cuando vea a mi amiga esta semana o la que viene, me lo voy a pasar en grande un rato.

Y cómo no, mi libro favorito desde que tengo uso de razón, La ciudad de cristal, un cuento al que le faltan las primeras páginas y que aún conserva los restos de un vaso de leche con colacao que se me debió caer hace 17 ó 18 años.

Cuando consiga quitar los cientos de libros que hay sobre mi cama me sentaré un rato a buscar a los amigos de Wally, a ojear las fotos del viaje de estudios o a rebuscar en otra estantería a ver si encuentro más cosas olvidadas.