viernes, septiembre 04, 2009

Manchester cap.1 Congoja

Aprovecho un ratito libre para empezar mis aventuras por Inglaterra.

Con lo poco que me gustan a mí las despedidas, vinieron mis padres y mi tía a dejarnos a mi hermana y a mí en el autobús que nos llevaba al aeropuerto. Llegamos, facturamos, un viaje muy normal (a pesar de ser la primera vez de la histérica de mi hermana), aterrizamos en Manchester, esperamos como una hora hasta que vino otro autobús que nos dejó en el aparcamiento del Tesco, donde iban a recogernos las familias.
La familia
En la reunión nos dieron una hoja para poner alergias y demás, y mi hermana escribió en la suya y la mía que era de vital importancia que fuéramos en la misma casa. "Lo hago por ti", decía. ¡Un pijo! Lo que quería era una chacha para tirarse un mes de vacaciones. Pero ese es otro tema.
El caso es que tanta suerte tenemos, que nos tocó la misma señora que acogió a mi prima y a su prima el mes anterior. Unos días antes, fuimos a su casa y nos la estuvo criticando. Que si la comida, que si esto, lo otro... Así que me entró mala leche cuando vi que era la misma Mrs. Elaine Clulow.

Vino a recogernos a eso de las 6 en un coche diminuto y lleno de zapatos, así que yo misma llevaba encima mis maletas. Mientras, mi hermana, sentada de copiloto, se deslizaba hacia delante y hacia atrás en cada frenazo que daba porque el asiento no se quedaba fijo. Elaine empezó a parlotear, mi hermana me miró, la miró a ella y le dijo su única frase en inglés hasta dos semanas más tarde: "I not understand. Talk with my sister". Tengo que admitir que el viaje fue bastante terrorífico. Era la primera vez que me montaba en un coche conducido desde la derecha. Además, Elaine se giraba completamente para hablarme durante varios segundos, y utilizaba el retrovisor para mirarse en el espejo.

Al llegar no mejoró demasiado: la casa era terriblemente pequeña, y yo soy muy grande. Los pies, calzados en unas botas de montaña por aquello de si llovía no me cabían en los miniescalones enmoquetados, la maleta era grande y pesada... casi me cargo todas las fotos de la pared.

Inmediatamente después de ponerme las zapatillas para no morir el primer día, bajamos a cenar. "Os he hecho sopa" decía. Mentira. Aquello era de todo menos sopa. Estaba bueno, vale, ¡pero no era sopa! La sopa, de toda la vida de dios lleva, por lo menos, caldo. Ingredientes: todas las verduras del mundo y pollo. Bueno, pero no era sopa. Era puré; corrijo, era una fuente de puré, que mi hermana no se terminó, y tuve que empezar a dar explicaciones por ella del tipo: "sí, si me ha dicho que le encanta, pero es que no puede comer más, es que no le cabe, es que está cansada...".
Iba a ser un viaje muuuuuuy largo.

3 comentarios:

xnem dijo...

Vacaciones en la casa de la matanza de Texas, que emocionante!

¿Cuando aparecen los hermanos?

amelche dijo...

¿Por qué los ingleses ponen siempre fotos en las escaleras tan estrechas que tienen para subir al primer piso? Es una duda que aún no he resuelto.

MeTis dijo...

esto ha sido ahora?

no se porque me viene a la memoria dos adolescentes jeje.

seguro que luego mejora.

y si no, haberte puesto a cocinarle una paella y ya verias!!!.

besos.