Ahora que por fin ha pasado todo el resacón de las fiestas, ha llegado el momento de retomar los buenos hábitos, de volver a la vida normal.
Aunque siempre es domingo para mí, como decía aquella canción de Gelu, dos semanas de fiesta son unas vacaciones obligadas, que me tengo que tomar aunque me venga francamente mal.
Pero al margen de eso, no han estado tan mal:
La primera semana me vi casi todas las procesiones, lo que conllevó una subida de azúcar tremenda, un desgaste físico importante (muchas horas de pie), y unas fotos muy bonitas.
La segunda semana, la de las Fiestas de Primavera, sí que ha sido decepcionante. Quitando el Bando de la Huerta, por supuesto.
El día del Bando descubrí que mi verdadera vocación en la vida es ir paseando por Murcia montada en una carroza. Ojo, subida en una carroza por la mañana, porque el momento del Bando, propiamente dicho, es demasiado estresante como para ser la vocación de nadie.
Para los de fuera, diré que el Bando es un desfile en el que se pretende mostrar tradiciones, labores y demás, típicas de la huerta. Después de los señores que labran, las mulas, los gusanos de seda, las reinas de la huerta, las señoras del bolillo y todo eso, vinen unas carrozas desde las que se reparte comida y bebida al público.
Desde dentro es completamente terrorífico.
Pasé una tercera parte del desfile escondida, aun a riesgo de manchar mi refajo. Cuando los cobardes conseguimos reunir valor, volvimos a asomarnos y a repartir salchichas, longaniza, morcillas, pan con sobrasada, vino, tostones, habas, patatas con ajo... cuando le coges el tranquillo es divertido.
La pena es que no llevábamos mucha comida para un recorrido tan largo y no podíamos dar todo lo que nos pedían hasta la Gran Vía que, como todo el mundo sabe, está la tele y es cuando estábamos autorizados a tirarnos a nosotros mismo si queríamos.
Estuvo bien; es una buena forma de vivir el Bando.
12 comentarios:
¿Y no os comisteis nada?
¿Había comida sin gluten?
¿Tiraros a vosotros mismos? ¿A quién?
¡¡If, sigues viva!! ¡¡Qué alegría!!
Había de todo, pero comí poco; ya me viste comer.
En cuanto al gluten... creo que sólo los zumos no llevaban. Las morcillas no llevan, ¿verdad?
Y tirarnos... verás, como llevábamos menos comida que otras carrozas, había que ir poco a poco, y una de las chicas nos echaba discursos continuamente, la muy mandona. Por otra parte, la gente nos pedía y no les podíamos dar a todos... pero a partir de la Gran Vía, ya vas de recogida, ya has cubierto la mitad del recorrido y puedes tirar la olla de las patatas entera si quieres.
El año que viene os quiero aquí.
Oye niña, eso se dice a los cuatro vientos para que los compas nos enteremos.
Besicos huertanos.
El Bando de la Huerta! bueno recuerdo una señorita muy atracativa que me dio una lata de Coca Cola desde una carroza, aunque también habría que definir el termino carroza.
El bando tiene mas de botellón oficial que de fiesta popular tradicional, aunque lo que mas gracias me hizo es que el “presunto” alimento del campo creado con el sudor de la frente, fuera una Cola.
¿Ya le enseñé mi foto de huertano?
Eso eso, El Bando Botellón y la Feria de Abril y los San Fermines CULTURA, sabiduría y aprendizaje. Y olé
Me gustaba mucho el comentario de España Directo.
jajajaj Ok.
EEEEn fin, cuánta gente abonada a España en Directo.
Mariiehehehehehte, el año que viene nos montamos una carroza juanma's.
vacaciones obligadas!! lo dices como si fuera una penitencia. Quien las tuviera!!!!!
chica, a mi me daria una verguenza de muerte, pero seria cuestion de liarse el pañuelo a la cabeza y sacar dientes, como la pantoja jejeje
¿Débora ha estado alguna vez en los San Fermines, en el Bando y en la Feria de abril, aunque sea la de Badalona?
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