miércoles, noviembre 01, 2006

Es que no puedo evitarlo...


No puedo evitar calcular el sitio donde termina el arco iris cada vez que llueve.
Cada vez que entro en la catedral espero encontrar un pasadizo secreto.
También sueño que el día menos pensado me convierto de pronto en alquimista y consigo la fórmula para convertir en oro lo que yo quiera.
Otros días, que soy una escritora de cuentos, y otros, que vivo en uno.
Cuando me duermo espero que venga a despertarme el Príncipe Azul, y si tuviera unos zapatos de lentejuelas rojos no podría dejar de chocarlos para ver si me llevan a mi casa.
Tampoco puedo dejar de escribir a los Reyes Magos cada Navidad, no vaya a ser ésta en la que me traen eso que pido siempre.
No me levanto un sólo día en invierno sin esperar verlo todo nevado cuando me asome a la ventana.
No dudaría ni un segundo en seguir un mapa del tesoro.
Cada 21 de diciembre me acuesto con una sonrisa, imaginando que la lotería le toca a alguien de mi familia, y cada 22 me acuesto con una sonrisa pensando que sucederá el año siguiente.
Todos los días miro el buzón, aunque sepa que está vacío, por si me ha llegado alguna carta.

La vez anterior no lo hizo pero, ¿y si funcionara la varita mágica esta vez?
Y me como las 12 uvas pensando en que éste va a ser EL AÑO.
Y cuando empieza el verano pienso que va a ser éste EL VERANO.
Y cada principio de curso me propongo estudiar mucho y sacar muchas matrículas.

¿Quién más se atreve a soñar?

5 comentarios:

Leo García-Jiménez dijo...

YO tengo otro sueño: que puedo parar el tiempo, como la serie aquella de brujillas buenas.

También me encanta "soñar" mi futuro (el más inmediato y el más lejano) o recrear posibles situaciones, conversaciones con gente que a lo mejor ni tan siquiera conozco.

Lo peor, es cuando todos estos sueños no me los puedo quitar de la cabeza hasta las 3 de la madrugada :-(

Un abrazo!!!

amelche dijo...

Por si acaso... más vale seguir intentándolo y soñando.

María dijo...

Soñar el futuro es algo que hago bastante a menudo... aunque no me suele servir de nada; es más, ¡no me sirve de nada! Voy siempre dando tumbos por la vida de un lado a otro sin un destino fijo.

Lo de parar el tiempo estaría bastante bien, sobre todo para reparar errores.

if dijo...

Yo no suelo soñar ese tipo de cosas, dejé de soñar muy pronto, y si mi cabeza a veces lo hace la paro para que vea la realidad. Yo maté a Peter Pan.

María dijo...

No me lo creo.